Pedazos

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Narrador Omnisciente

Los días han ido avanzando con rapidez, viendo progreso y mejoría en la salud de Isabelle. A pesar de la mejoría en sus cicatrices y heridas físicas, las emocionales y psicológicas, son cosa aparte.

Dos semanas, casi tres, han pasado desde aquel día.

Belle se encuentra sentada en la cama de su habitación, terminando de alistarse; hoy será el día de su salida y, dentro de sí, un remolino intenso, emocional, se aglomera con fuerza, haciéndola sentir contrariada, batallada, desubicada y algo ansiosa.

- ¿Te encuentras bien? - Levanta sus ojos con rapidez al escuchar la voz de su esposo, sintiendo un nudo en su garganta ante su presencia. - ¿Belle?

Asiente con rapidez, desviando la mirada, regresando a su blusa, terminando de abotonar lo que faltaba; Christopher se acerca a ella con cautela, quedando frente a su cuerpo. Una de sus manos toma el mentón de su esposa, haciendo que levante su rostro y lo mire unos momentos; él sabe que ella no está bien.

- Te prometí que haría lo que fuera por ti, Belle. Pienso cumplir mi promesa. - Isabelle asiente en silencio, soltándose con suavidad del agarre de su esposo. - ¿No quieres que te toque?

Belle suspira con cansancio, negando en silencio ante las palabras de su esposo.

- Estoy bien, Christopher. Sólo quiero llegar a casa y descansar; ¿es eso malo? - Conecta la mirada con su esposo, quien niega en silencio ante la mirada severa, y llena de tristeza, de su esposa. - ¿Podrías pasarme los zapatos?

Belle señala el lugar y Christopher asiente en silencio, acercándose a ellos, pasándolos a su esposa, quien se los pone con cuidado. Al estar lista, se levanta de la cama, recibiendo ayuda de su esposo, tomando el resto de sus cosas en mano, saliendo de la habitación para encontrarse con su familia.

Después de haberlos saludado, y repetido más de una vez que estaba bien, salió de aquel lugar abrazada a sí misma, viendo a Jerry, esperando por ella, con la puerta abierta. Belle sonríe con cuidado, recibiendo una sonrisa de vuelta.

- Bienvenida, señora. Me alegra verla de nuevo. - Belle asiente en silencio, acercándose a él, dándole un abrazo.

- Gracias, Jerry. Me alegra estar aquí. - Ambos se separan y sonríen; Belle sube al auto, pegando su cuerpo a la otra puerta.

- Gracias, Jerry. - Christopher sube al auto, frunciendo su ceño al ver a su esposa, quien está alejada de él. - ¿Quisieras algo para comer? - Belle niega en silencio, sin mirarlo. - ¿Podrías mirarme un momento?

Belle suspira con suavidad, decidiendo hacerlo o no. Asiente, girando su cabeza con lentitud, fijando sus ojos en el rostro de su esposo. Aunque quiere sentir más que malestar ante su presencia, recuerda que, aquel hombre, es el hombre que ella ama y por el cual perdió su cabeza. Deja que las lágrimas inunden sus ojos, viendo que su esposo abre sus brazos para ella; en un movimiento lento e inseguro, ella se mete en aquella seguridad, llorando con amargura.

- Perdóname. - Una de las manos de Christopher recorre el cabello de Belle mientras, sus labios, dejan pequeños besos en su coronilla. - Debí haberte escuchado; debí hacer caso.

Belle niega en silencio, haciéndose más pequeña entre los brazos de su esposo, purgando su interior. Ella sabe que, muy en el fondo, lo culpa por lo sucedido y sabe que está mal; Christopher no fue el culpable de su situación pero, hay una pequeña mentira que la hace creer que es así.

Después de un viaje largo, y en silencio, ambos llegan a su casa, bajando del auto. Christopher le da el día a Jerry y le dice que mañana lo espera como siempre, para volver a su rutina de trabajo sin descanso.

¿Sueños Quebrados? (Terminada Y Corregida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora