¿Sueños Quebrados? (Terminada Y Corregida)

Progreso.

POV's Christopher

Después de haber terminado el evento, di algunas entrevistas importantes a los que habían pedido mi atención. Muchos de ellos preguntaron por mi esposa y, entre los dos, se explicó que había estado de viaje por un tiempo, intentando recuperarse del todo después del accidente. Quedaron satisfechos con nuestra respuesta, diciendo que hacíamos una bella pareja y que deseaban que, nuestra familia, se agrandara; sonreímos y dimos las gracias ante sus deseos, terminando las entrevistas con rapidez para poder ir a descansar.

- ¿A dónde irán? - Observo a mis suegros, viendo a Belle unos segundos para sonreír.

- Creo que, ambos, merecemos una luna de miel, apartados de todos. - La veo sonreír con algo de pena, negando en silencio. - Mañana les avisaremos dónde estuvimos.

Todos ríen, asintiendo en silencio, despidiéndose de mi esposa y de mí, deseándonos buenas noches. Al estar solos, la tomo de la mano, dirigiéndola al auto para llevarla a algún lado.

- ¿Estás de acuerdo con lo que dije? - Asiente en silencio, mirándome con una sonrisa.

- Estoy nerviosa pero estoy dispuesta. - Asiento en silencio, viendo el auto. - Parece que estuviera recién casada. - Río con suavidad al escucharla. - Estoy emocionada y petrificada al mismo tiempo.

- Supongo que es algo bueno, ¿no? - Hace un leve movimiento con su cabeza, sin saber qué responder.

- Supongo que sí. Ya veremos cuando estemos solos y encerrados. - Ambos reímos con suavidad, llegando a nuestro destino. - ¿Alguna idea del lugar? - Veo que observa a Jerry con una sonrisa, haciendo que capte todo.

- ¿Tú sabías que ella venía? - Jerry sonríe, haciendo un más o menos.

- Me enteré en el momento en el que lo dejé aquí, señor. La señora me llamó, pidiéndome el favor y no pude negarme. - Sonreí, acercándome a él para darle un abrazo.

- Gracias, Jerry. - Él palmea levemente mi espalda, negando en silencio.

- Sabe que es un honor servirles, señor. Siempre lo será. - Me separo de él, viendo cómo sonríe ante mi esposa. - Además, me alegra saber que, la señora, está de vuelta. A usted le hacía falta.

Isabelle ríe con algo de fuerza al escuchar a Jerry mientras siento que, la vergüenza y algo de remordimiento, hacen presencia en mi ser.

- No hacía falta tanta información, Jerry. - Él sonríe, asintiendo.

- No, sí hace falta. Yo quiero saberlo todo. - Jerry ríe con suavidad, levantando sus hombros, como rindiéndose.

- Bueno, basta. Vamos al hotel. - Ambos me miran de forma burlona. - En el camino pueden ir burlándose, si les parece.

Subimos todos al auto, haciendo el recorrido a uno de los mejores hoteles en la ciudad. Jerry va contándole todo lo que ha sucedido conmigo a Belle, haciéndola reír, sentirse mal, golpear su frente con la palma de su mano y, otras veces, regañándome por haber sido irresponsable al no cuidarme.

Sus regaños son como un dulce a mi paladar. Extrañaba a mi esposa y sus cuidados. Extrañaba su risa, sus caricias, su humor, todo. No me importa que me regañe, me siento dichoso al verla aquí, conmigo.

Al llegar a nuestro destino, ambos bajamos del auto, diciéndole a Jerry que puede tomarse el día libre de mañana, ya que pasaremos todo el día entre nosotros, queriendo recuperar tiempos perdidos. Nos desea una feliz noche, diciendo que vendrá por nosotros en la noche, esperando que todo mejore.

Al entrar al hotel, nos acercamos a la recepción, haciendo la reserva de la mejor suite que tienen. Se encuentra en uno de los pisos más altos, dejando una de las mejores vistas de la ciudad; al tener la llave, ambos subimos al ascensor, guardando total silencio mientras terminamos el trayecto. Al llegar a nuestro destino, Belle es quien me guía hacia la habitación, haciéndome sonreír ante su emoción silenciosa.