¿Sueños Quebrados? (Terminada Y Corregida)

Una Nueva Oportunidad

Un mes después

Nos encontramos todos reunidos en un pequeño espacio, en la playa, debido a la renovación de votos que decidimos hacer; Christopher y yo nos encontramos bajo un arco en madera, decorado con algunas hojas de palmera a su alrededor y unas sillas blancas para nuestros familiares. Algo sencillo, nada fuera de éste mundo, ni demasiado extravagante.

Después de haberlos renovado, toda nuestra familia decidió encender una fogata mientras, nosotros dos, caminábamos tomados de la mano, entre el mar y la arena, mojando el final de nuestra ropa, sintiéndonos dichosos y completos.

- ¿Cómo te sientes? - Observo a Christopher levemente, asintiendo en silencio, mirando hacia el frente, observando el atardecer que nos hace compañía.

- Siento que he podido superar muchas cosas que, creí, no superaría. - Mi esposo da un suave apretón a mi mano, haciéndome sonreír mucho más. - Estoy agradecida, amor. A pesar de haber creído que todos mis sueños se habían quebrado, hoy puedo darme cuenta que no fue así. Que cada aspecto de lo que vivimos nos trajo hasta aquí. - Me uno más al cuerpo de mi esposo, deteniendo nuestro avance. - Cada situación, aunque no fueron sencillas, nos unieron de una u otra manera; nos dejaron reconstruir lo que, creímos, estaba destrozado.

Christopher sonríe de manera tierna, dejando un pequeño beso fugaz en mi frente, quedándose ahí unos segundos.

- Creí que todos mis sueños se habían quebrado de la manera más cruel, pequeña. Pensé que, todo mi pasado, había venido en modo venganza para reclamar algo que ya ni le pertenecía. - Su voz acaricia mi rostro, causando que cierre mis ojos, sintiendo cómo se separa levemente de mí; su mano libre se posa sobre mi cuello, dando suaves caricias que logran encender mi cuerpo. - No me arrepiento de haberte escogido. Fuiste y siempre serás lo mejor que llegó a mi vida entera.

Siento sus labios sobre los míos, dejando un beso pasional, sin ser demasiado atrevido; suelto mi mano de su agarre, enredando mis dedos en su cabello, atrayendo su cuerpo al mío, deseando mucho más de lo que puedo pedir en éstos momentos y, mi bello esposo, no se detiene.

Sonrío en medio del beso al darme cuenta que, cada vez más, comienza a subir de tono, comprendiendo a dónde nos quiere llevar toda la situación.

Y, para gusto mío, no pienso dejarlo pasar por alto.

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- Me siento nerviosa, amor. - Las manos de Christopher están sobre mis hombros, dándome suaves caricias de apoyo.

- Lo hemos planeado desde hace meses, pequeña. Ya no puedes retroceder. - Niego con una sonrisa, explicándome mejor.

- No pienso negarme, amor, sólo tengo nervios del suceso y todo lo que conlleve. - Christopher sonríe, acercándose a mí para dejar un beso en mi frente y acariciar mi espalda con una de sus manos.

- Estaré contigo en todo momento, Belle. - Se separa de mí, acariciando mi rostro ésta vez. - No nos irá mal.

Sonrío, asintiendo en silencio ante sus palabras, girándome con suavidad para ser rodeada por los brazos firmes de mi esposo, esperando a ser llamados. Una sonrisa más emotiva invade mi rostro al recordar el tiempo que llevamos planeando éste momento.

Debido al tratamiento que he recibido para quedar embarazada, las esperanzas han ido disminuyendo al ver que, todavía, no ha dado resultado. Christopher no pierde la fe ni la esperanza pero, con desespero, deseaba conocer el sentimiento de ser madre así que le propuse adoptar un bebé y, después de eso, lo que viniera en camino sería bien recibido. Mi esposo aceptó gustoso y se ofreció a ayudarme en la búsqueda del 'bebé perfecto'; encontramos a una mujer dispuesta a dar en adopción a su bebé para evitar el aborto que pensaba realizarse. Nos pidió que nos encargáramos del niño en absoluto y que ella desaparecería sin dejar rastro; nos reconoció que no podía hacerse cargo de él y sentía que era una responsabilidad demasiado pesada como para llevarla por sí sola. Su familia la había abandonado, así que tuvo que defenderse como pudo hasta decidir qué haría.