Mr. Possessive [Taeyong]

11.

Taeyong

A decir verdad no sé que carajos hago aquí. Dije desde un principio que no dormiría con ella nunca, que nuestra relación se basaba en juegos de placer y eso. Pero entonces, estoy al pie de mi cama observando cómo duerme mientras frunce el ceño de manera muy graciosa.

Mi punto al establecer esa regla era muy simple; no quiero sentir otra cosa que no sea deseo.

Lamentablemente Hannah rompe el estereotipo de puta.
Es, en menos palabras; encantadora. Y eso, es muy jodido.
Me di cuenta que me gusta. Y no sólo para meterla dentro de las sábanas.
No, no diré esas idioteces de sentirme en un cuento de hadas y esas mierdas. Solo me gusta.

Quito mi camisa y la colocó en la esquina del colchón. Me siento ahí mismo dándole la espalda.

Si no hubiese tenido tanta rabia en mi cabeza, me habría quedado en el hotel esperando a que saliese y poder irnos juntos. Por el contrario en cuanto tuve un rato de distracción en elevador con ella, tome el auto y salí de ahí.

Claro que cuando la recordé volví, sin embargo no estaba.
Pregunté si no estaba en la que era mi habitación pero una pareja ya la había alquilado.

Uno de los recepcionistas me indicó que vio como se introducía en aquel bar. 

Suspiro al tiempo en que me recuesto y cierro mis ojos.
Espero no tener grandes dificultades por el negocio que no se completo.

🍒

─¿Que harás hoy?

─¿A que te refieres?

─Ya sabes, hoy no hay oficina .., ¿que haces en tu tiempo libre?

─Normalmente la pasaba con Yuta. Íbamos a comer o solo a pasar el rato. Nos quedamos en su departamento o el venía al mio

─Eso suena muy cursi

─Suelo serlo, con quién puedo y quiero

Sonrío y sigo mirando al frente mientras manejo a casa de Hannah. Se sorprendió un poco al encontrarse en mi casa. Eso o le resultó aún más increíble estar con ropa y no desnuda como normalmente la pasamos.

Es domingo y como ya le comenté, es día de descanso.
Algo que desde la mañana me está ocasionando problemas porque no se como puedo pedirle que salga conmigo sin que piense que es una cita.
Si le decía que seria algo laboral, tendría que ponerla a trabajar. No creo que sea justo.

─¿Sabes de algún buen restaurante? Tengo hambre

─A dos cuadras de mi casa hay uno muy bueno. No es muy caro

─El dinero no es problema

─Lo sé, a ti te restan esas cosas

─Lo dices como si me conocieras

─He convivido contigo las últimas dos semanas, eres mi jefe y por esa razón es que debo conocer algo de ti

Sin querer sonrío ante su respuesta. Sigo mirando al frente. Una llamada entra y sin ver quién es atiendo por las manos libres del auto.

─¿Podemos vernos? Necesito salir, desahogarme quizá con alguna mujerzuela. Me está matando extrañar tanto a Hannah .., ¿porque la mantienes tanto tiempo trabajando? Quiero verla y siempre me pone excusas

Por inercia me giro a verla. Con sus manos me pide que no diga nada. Entre cierro los ojos y musito con mis labios un: "Favor con Favor". Me entiende y asiente.
Claro que en su cabeza está imaginándose una escena erótica.
No diré que no la llevaré a la cama porque es uno de mis objetivos, pero quizá pueda invitarla también a comer.

─Llamala más tarde, ahora estamos cargados de trabajo. Lo siento

Finalizó la llamada y Hannah susurra un "Gracias".

Detengo el auto frente a una tienda de donas y café. Antes de pedirle que salga conmigo para desayunar algo, puedo ver su cara algo sorprendida.

─¿Sucede algo?

─Sé que te debo un favor, pero no soy del tipo sadomasoquista

Frunzo el ceño y mi mirada cae a dos locales de donde estamos y en donde ella esta viendo.

No puedo evitar que una carcajada se escape mientras pienso como es que a alguien se le ocurrió poner una tienda de Sex Shop con objetos como látigos, esposas, vibradores/dildos, y demás a un lado de una boutique de bebé y el pequeño restaurante donde quería entrar. Sobre todo cuando todas éstas cosas son visibles porque muchas están en el frente.

Me da mucha gracia su expresión.

─Estando ebria me pedías que te esposara a la cama y te lamiera toda, dado que me debes una creí que era una buena opción mientras con un látigo te exigía que gritaras mi nombre ...

Vuelvo a reír cuando ya no puedo más con el horror enmarcado en sus ojos. Salgo del auto y voy a donde ella para abrir la puerta. Sale, le sonrío y cuando doy un paso me sujeta fuerte de la mano.

─¿De verdad harás ésto?

─Tengo mis maneras para hacer que grites mi nombre, no necesito nada de eso. Ahora sólo quiero algo de comer

Señaló al frente. Exageradamente suelta el aire contenido y sonríe.

─De todas maneras te pagaré

─Claro que lo harás preciosa