Mr. Possessive [Taeyong]

02.

Hannah

Ha pasado un año desde que tuve un desliz con aquél tipo desconocido.

Y aunque mis encuentros sexuales con mi actual novio no se comparan en lo absoluto, espero que algún día pueda superarlo.

Sus maldita mirada sigue grabada en mi memoria. Se ha convertido en mi más delicioso pecado.
Jamás he sido mojigata, pero tampoco voy ofreciendo mi culo al primero que vea.

Después de que salió de la habitación de dicho hotel, me pregunté como mil veces el por qué rayos accedí. Obtuve las mil respuestas; "Era jodidamente imposible no caer ante él".
Y al final, no me he arrepentido ni un segundo de mis actos.

Hay pasos en el corredor, despejo mis pensamientos calientes y prosigo en mi trabajo.
Con un; ─Adelante─, indico que pasen tras escuchar unos golpes breves en mi puerta.
Se asoma la cabeza de Eri. Nos sonreímos mutuamente y se introduce cerrando la puerta detrás de ella.

─Adivina quién ya obtuvo el permiso para esa gran boda .. exacto, yo

Hace unas semanas atrás mi prima anuncio su casamiento.
Mi familia está encantada con el susodicho ya que claro, el dinero mueve todo. A pesar de que varias tías susurraban que era un hijo de la gran puta con las mujeres, un patán, y que seguían sin comprender el por qué Alisson se había comprometido con él.
No me he enterado aún bien de dónde lo han de conocer para hablar de esa manera de Johnny.
La primera impresión que a mi me dio al conocerlo fue de un caballero, pero tampoco me pondré a hacer debate como ellas lo hacen. Es vida de ellos, no mía.

La ceremonia se llevará a cabo en un salón muy cotizado. Y por supuesto, mi amiga aquí frente a mí, al saberlo tenía que apuntarse para asistir.
Es un lujo entrar ahí, o eso dicen. El alquiler de una hora es de cinco mil dólares. No es pequeño, es literal, un castillo.

Por ser de las primas más cercanas, me han elegido como dama de honor. Un verdadero asco claro.
Tal vez lo único que me ha gustado, es el hecho de que no hay que ir necesariamente vestidas del mismo modo. Solo se debe parar a su lado y listo.

Mi novio no me acompañará ese día, y es malo porque realmente quería que fuese.
No sé que tan jodido sea que esté dependiendo cada vez más de él. Quizá debería sólo aceptar que ya me he enamorado y disfrutarlo.

─¿Terminarás lo que haces? ─asiento─.   Entonces me largo a comer sola, me muero de hambre

Eri sale y yo aprovecho para ir un momento al baño. Al regresar veo que dos hombres salen del ascensor y se dirigen a la oficina principal. Uno de ellos es mi superior, al otro no lo puedo ver a excepción de su espalda.
Su caminar es imponente. Y al parecer es atractivo, ya que todas las chicas le han volteado a ver y puedo jurar que tendrán factura de mandíbula al abrirla de ese modo.

Ésta semana si no me equivoco vendrían nuevos inversionistas. Quizá sea uno de ellos.

Un mensaje llega a mi móvil.

Yuta:
Ha llegado mi primo, aunque le hablé de la cena en mi casa me ha dicho que fuese otro día ya que le importa mucho el trabajo. ¿Paso por ti?

Niego al tiempo en que sonrio y colocó el móvil en mi oreja. Quiero escuchar su voz.
Sin embargo no me contesta.

»─No, tal vez me quede un poco más. Estoy finalizando unos documentos, mejor termino todo y mañana estaré libre para ti, ¿te apetece?«.

Frunzo los labios cuando no obtengo respuesta.
Suspiro y camino aunque de manera distraída.

─¿Hannah?

Levanto la vista, Yerin sonriendo me indica que mi superior me espera en mi oficina. Asiento y guardo el móvil. Aliso mi falda y hago para atrás los cabellos que tenía al frente.

Camino firme y con gran seguridad, pero todo se va al carajo en cuanto veo a mi hermoso pecado recargado en la esquina de mi escritorio.

Si tenía intenciones de matarme de sensualidad con una mirada, esa intención se le olvidó al reconocerme. Se ha levantado, está frente a mí, y aunque creo que quiere sonreír, tampoco sabe exactamente como reaccionar.

─Señorita Hannah, le presentó a nuestro nuevo inversionista, el señor Lee Taeyong. Estará unos días en Corea, necesita una persona a cargo de su agenda y me pidió recomendar a nuestra mejor secretaria, está de más decir que ahora trabajará para él

Así que .., así funciona el destino, eh.
Pues querido destino, gracias, y vete a la mierda.