10.

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Hannah

¡Santo Cristo!

Esas son palabras exactas para poder describir tan solo un poco de lo mucho que sentí en el momento en que Taeyong nos encerró en un jodido elevador.

Tras la 'charla' que tuvo en los pasillos del hotel, eso sucedió. No es novedad que tan solo con su tacto logre convencerme. Sin embargo ésta vez fue completamente distinto.

Me dio más duro de lo usual. Incluso después de eso sentí que mi área palpitaba demasiado.
Deduje que quizá quería sacar de sus pensamientos a aquella mujer.
Al término de nuestras acciones sólo se quedo en silencio, como si estuviese teniendo una dura batalla con sus recuerdos del pasado.

No me interesa quién es ella para él.
No me meteré en eso porque no necesito involucrarme.
No porqué sólo somos amantes. Ni siquiera podemos tener la etiqueta de amigos porque en realidad no conocemos nada del otro.
Y así está bien.

Nos enteramos que es la directora a la que tanto Taeyong quería adular y poder convencer.

Debido a que no lo hará porque no quiere volver a verla, hemos cancelado todo.
Aunque quise ayudarle a encontrar el lado profesional a la situación, no lo logré.

Ahora estamos guardando documentos para poder salir de aquí, o al menos eso hago yo.
Son las siete de la tarde, pronto estará oscureciendo.
Salgo de la suite en donde quedamos acordada la reunión.
Camino a donde se supone estaría mi jefe.
Al levantar mi mano para tocar de manera breve, se escucha un grito. Me detengo y recargo mi oreja en la puerta.

No son gritos de dolor, si no de placer.

Al parecer no sostuvo mucho el odio a su ex novia y ahora le está haciendo pagar todo su sufrimiento.

Conmovedor.

Salgo del hotel y me detengo en el bar que está al frente. Una copa no me viene mal.

Sonrío adentrándome por completo. Pido un vodka mientras al fondo se escucha a un señor tocar la trompeta.
Es un ambiente tranquilo.




🍒



─Pero sabes, si en éstos momentos estuviese a mi lado .. lo apreciaría como no tienes una idea

Cinco shots después entiendo que estoy hablando a un completo extraño de mi vida muy privada.
Hace mucho no he tocado el tema.
Lamentablemente parece que el tipo en cuestión se está aburriendo y lo hace notar cuando me quiere llevar a la fuerza a otro lado.
Niego riendo y eso le hace enfadar.
Al ser jalada de la muñeca me suelto con la misma fuerza.
Hubiese querido defenderme yo sola, pero mi querido jefe hace acto de presencia.

Con calma pido otra copa mientras tomo asiento y veo como se tiran golpes.
Cuando el show finaliza Taeyong clava su mirada en mi al tiempo en que limpia sangre de su nariz.

Que sexy. Todo un bad boy.

─¿Me explicas que mierda haces aquí? Según yo, estabas en la suite

─Quería beber una copa

Saco de mi bolso un pañuelo y se lo tiendo para que pueda seguir limpiando su hermoso y perfecto rostro. Como que tengo ganas de patear el culo del imbécil que se fue por casi arruinar una obra de arte.

─Lindo que no me hayas avisado

─Y a todo ésto, ¿que te trae por aquí?

─Creí que era obvio el hecho de que vine a buscarte

─Oh, me siento importante

Al salir del bar caminamos de nuevo al hotel. Va por el auto y lo espero.
En el trayecto de vuelta me va platicando algunas cosas sobre el trabajo.

No pongo atención. En su lugar; las buenas memorias que tuve con mi primer amor regresan.

Al menos Taeyong pudo desquitarse a su forma. Pudo al menos volverla a ver. En mi caso ya no existe esa posibilidad. A menos de que vaya y quite toda esa tierra que lo cubre.

Mr. Possessive  [Taeyong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora