Mr. Possessive [Taeyong]

12.

Hannah

Abro la llave de la ducha y quito mi pequeña bata que me cubría. No pasa más de un minuto para que el agua caliente se haga presente. Me introduzco mientras veo como la puerta transparente se opaca a causa del vapor.

Es un baño amplio y muy cuidado. Por supuesto Taeyong me hace notar su presencia cuando escucho como deja caer su ropa.

La puerta se abre y lo veo introducirse. Sonríe de lado y lo imitó.

─Creí que no entrarías

─¿Por? Es decir, no puedo dejar de lado una invitación de ésta magnitud

Asiento divertida y sacó el jabón que me dio hace unos momentos. Antes de pasarlo por mis brazos siento sus manos en mi cadera, claro que no tarda en colocarse por completo detrás de mí.

─Me sumare a la lista de chicas a las cuales te has follado en la ducha

─Una lista muy pequeña

─¿En serio? Ahora me siento privilegiada

Ríe aún con sus labios en mi hombro.
Las cosas se ponen intensas cuando baja por completo su mano para tocar mis labios sólo por encima, comienza a explorar dentro y cierro los ojos dejándome llevar una vez más por el placer inmenso que éste hombre me ocasiona.
Sus dedos se introducen por completo y abro mi pierna poco más para que tenga más facilidad de seguir masturbándome.

En un segundo tengo la necesidad fuerte de ser penetrada es por eso que bajo la mitad de mi cuerpo y colocó las palmas de mis manos en la pared de azulejo.
De ese modo me satisface. Una y otra, y otra vez.

La posición cansa un poco, por eso lo detengo y me giro para pedirle que nos traslademos a la cama, sin embargo soy sujetada nuevamente de mi cadera y empujada por completo a la pared. Se encarga de hacerme saber que tan necesitado está de mi, y eso .., me encanta.

Sus besos son agradables, porque a pesar de que estamos teniendo una sesión de sexo, no me besa como si se fuese a acabar el puto mundo. Es sutil, y son más mordidas que intercambio de fluidos salivales.

─Últimamente tengo curiosidad

─¿Sobre qué?

─De ti

Frunzo el ceño. Sinceramente no entiendo a lo que se refiere. Quedamos no saber nada uno del otro.

─Creí que con tantos acostones ya no tendrías curiosidad sobre mi cuerpo

─No me refiero a tu cuerpo, quiero saber de tu persona

─¿Y eso como para qué?

─También puedes preguntar lo que gustes sobre mí

─No, gracias

Taeyong no dice nada más. Sigue observando hacia el techo y cuando ya estoy dispuesta a ponerme mi ropa y salir de la cama para irme, toma mi brazo.

─Quédate

Abro los ojos y me levanto rápidamente.

─No

─Hannah ..

─Debo irme

Sin volver a dirigir una sola palabra me doy prisa a vestirme. No me detiene y no quería que lo hiciera. Su comportamiento se ha tornado raro. No me gusta.
No necesitamos nada más que sentir placer el uno por el otro.

Si hubiese querido experimentar otra clase de sentimiento, mejor me hubiese quedado con Yuta.

Él no es el tipo de persona que me interese para una 'relación' y mucho menos cuando lo primero que hubo entre nosotros fue sexo.

Como si lo invocara, una llamada entra de mi ex novio. Quizá debo dejar de actuar como una perra loca y explicarle mis motivos del porqué huí y lo seguiré haciendo de una propuesta así.

No merezco una relación estable.
No merezco si quiera que alguien me quiera.
No después de que por mi culpa; el amor de mi vida haya muerto.

🍒

─¿Me quieres explicar por qué mierda me has estado evitando?

Despego mi vista del computador para poner atención a él rostro cabreado pero muy sexy de mi jefe.
Quizá tenga razón y durante los últimos días me he encerrado en la oficina. Me ha mandando textos y he recibido llamadas muy insistentes sobre vernos fuera del trabajo. No he accedido.

Ayer por la noche platicando con Eri sobre el tema, me insinuó que probablemente mi amante ya no quería sólo desnudarme. Posibilidad que me hizo enloquecer.

─¿Por qué estaría evitando a mi jefe?

─¿Quieres jugar?  ─asiente mientras se exaspera. Coloca sus manos en su cadera, por encima del cinturón de cuero que sujeta su pantalón en color azul fuerte.

Colocó una pluma en mi boca mientras veo como sonríe de manera sarcástica. Incluso en éste momento se mira como lo más sexy.

─¿A que vamos a jugar?   ─cuestiono. Me levanto de la silla y me siento en la esquina de mi escritorio. Cruzó mis piernas ante su atenta mirada.

Traga en seco. Quita el nudo de su corbata mientras se acerca a mi.

─Quieres ver como pierdo la cordura, ¿cierto?

─Si eso me hará pasar un momento satisfactorio, entonces sí. Quiero verlo

─Te quiero en mi casa a las seis de la tarde. Toma ─me tiende sus llaves y las tomo─.  Ahorita por más que quiera desvestirte y darte duro, tenemos que ir a una junta

Antes de que salga de mi oficina me deposita un beso suave en la comisura de mi boca.

¿Que carajos le está pasando?.