Una vida Stereo - Fanfic

Capítulo 5 - Sorpresa x3

Habían ya pasado tres semanas del gran casting. La ansiedad y emoción de los fanáticos ahora estaba relajada pero permanecía, esperando quien sería el o la afortunada que acompañaría a Soda Stereo en una gira por Latinoamérica. Las chicas todavía no podían creer lo que había sucedido con ellas, ya que no importaba cuántas veces hablaran del tema, todos los días al menos resumidamente volvían a hablar de aquella inesperada secuencia.

Melisa por su parte estaba llevando mucho mejor lo de Agustín a diferencia de antes. Pero lo que sí le venía preocupando era no ganar. Aun que creía que después de lo vivido no podía quejarse o pedir más se sentía exigente, realmente quería más.

En la tercera semana, día jueves a las 18:35 la chica sodera estaba regresando a su casa después de un largo día con pequeños recuerdos de Agustín, exámenes, una discusión con un taxista, y en ocasiones el dominante recordatorio de que no había tenido noticias sobre el casting desde hace ya unos cuántos días. A veces se sentía como un buen sueño lejano más que una realidad. Mientras iba fumando con el rostro algo decaído por la ciudad de la furia se preguntaba en donde estaban las chicas ya que pasó por la casa de ambas y no estaban. Al llegar a la puerta de su casa tiró el cigarrillo, lo pisó y respiró profundo soltando la última bocanada de tabaco que le quedaba mientras miraba hacia el cielo bañado de naranja y rosa, en señal de que realmente tuvo un día pesado y abrió la puerta esperando encontrar un ambiente relajado en el que pudiera olvidarse de todo por esa noche. Cerró la entrada tras ella y dejó su pesado bolso sobre la mesa ratona del living que se fusionaba con el comedor/cocina, al mismo tiempo que dejaba su chaqueta de jean en el sofá. Al subir las escaleras le pareció oír voces por lo que pensó que su padre había dejado la televisión prendida de nuevo pero lo único que quería era subir a darse una ducha caliente.

Al entrar en su habitación se tiró en la cama con los brazos hacia arriba y sus cabellos ondeados se extendieron al desplomarse en la almohada. Se quedó mirando el techo así durante unos segundos, luego se paró para ir a poner algo de música suave y se quitó la blusa quedando en un sencillo brasier rojo. Se dirigió tranquilamente al baño, giró la perilla y...

—¡AAAH..! —Retrocedió un poco y se cubrió los pechos con sus brazos. Alguien alto estaba en frente del espejo mirando a la chica con mucha sorpresa en su rostro.

Pero no era cualquier alguien, era Gustavo Cerati...

—¡E..Esperá tranquila no pasa nada soy yo, Gustavo...! —Salió del baño con algo de cautela tratando de calmarla, se notaba un suave rubor en sus mejillas.

— ¿C-cómo carajo estás acá? O sea, n-no es que no me agrade que estés p-pero no entiendo y...Y...—Se había puesto a hablar rápido y a tartamudear. Se había puesto más roja que el mismo corpiño mientras que trataba que sus brazos mágicamente se pegaran a su pecho. Gustavo a pesar de la sorpresa se calmó con rapidez y notó lo nerviosa que estaba Melisa. Así que mientras ella seguía tartamudeando se acercó a la cama rozándola peligrosamente cerca y tomó la blusa que estaba usando hace unos minutos.

— Ponete esto que te espero en el pasillo...  — Gustavo le dio una pequeña sonrisa algo apenada y salió de inmediato cerrando la puerta a su paso.

La chica se quedó ahí helada, no pudiendo asimilar lo que acababa de pasar. Para colmo sentía que su rostro se iba a prender fuego en cualquier momento. Intentó tranquilizarse. Se sentó, se puso la blusa e intentó dejar la mente en blanco para analizar la situación.

Gustavo, el chico que tanto le gusta, cantante de una de sus bandas favoritas estaba en su casa y hasta recién estaba en su mismo baño.

Apagó la música y se dirigió a la puerta. Respiró profundo y cerró los ojos esperando que cuando los abra no haya sido solo un loco sueño.