❝ ¿Por qué de todos los Omegas en el mundo, le tenía que gustar el que amaba pegar calcomanías en sus abultadas mejillas? ❞
O donde JungKook es demasiado tierno para el gusto del gran JiMin.
♡ 지국 ━ JIKOOK FAN-FICTION.
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➸ 2O18...
JungKook desprendió una calcomanía de su cuadernillo con olor a frutas y la pegó con una enorme sonrisa en su abultada mejilla. Dicha calcomanía tenía la forma de una fresita y JungKook amaba el olor de las mismas, además de que era un olor que combinaba a la perfección con el propio.
JungKookie era un precioso y muy tierno Omega.
Pero JungKook era también uno de los más criticados en la Universidad. Todos le apuntaban y reían sin descaro, hiriéndole de muchas formas y sin él entender qué hacía de malo. Era un Omega ejemplar, de la clase que cualquier Alfa desea encontrar. Era lindo, olía bien, además de que su personalidad contrastaba precisamente con todo lo que él era.
Sin embargo, las burlas que iniciaron en primer grado, se sumaron a tercero.
Puchereó hacia su mejor amigo y éste último suspiró profundamente y apretó una de sus suaves mejillas. Corazones, JungKook sudaba corazones o al menos eso pensaba TaeHyung.
—¿No te cansas de ser tan bonito? —preguntó con muchísima ternura.
—Ño.
Imposible no amar a ese pedazo de cielo, Tae pensaba firmemente que todo aquel que odiara a JungKook, no merecía nada bueno en la vida. ¿Cómo podían critricar a ese dulce angelito? Puta mierda corrompida que eran todos en ese mundo.
Un carraspeo exagerado, detuvo los pensamientos del castaño. Frunció el entrecejo y levantó la mirada junto al chico Nochu que terminó sonrojado hasta el cuello.
Frente a ellos se imponían un Alfa delgado y nada atractivo, desde la perspectiva de Tae. Él gruñó y el Alfa rodó los ojos, quitando la atención de él y dándosela por completo a JungKook. La tensión que Tae sintió, no fue nada agradable, eso no podía ser algo bueno.
—Mira, Alf...
—Chico sticker —el Alfa detuvo cualquier cosa que el otro Omega planeara y miró fijamente a JungKook—. Estaba pensando, bueno, no me pidas explicaciones ni nada, así. Joder, no es mi estilo darlas, pero si te sientes cómodo, puedo hacer una excepción. Quiero decir, al diablo —siseó—. ¿Quieres salir conmigo? Uhm... ¿mañana?
JungKook parpadeó. Trazó el sticker en su mejilla con el pulgar y coloreó sus mejillas de un rosa suave, en contraste con el tono de su piel.
—No creo que...
—Shh, le pregunté al Omega.
Tae gruñó por segunda vez—. ¡También soy un Omega!
—Sí, pero no eres el Omega más bonito y él es con quien, claro, quiero salir.
¿De qué iba ese Alfa? Qué cojones tenía para querer salir con ¡su omega! Puede que incluso Tae tuviese algún extraño enamoramiento con el otro tierno Omega, siendo el mismo uno de ellos.
—¡Mi JungKook no...
—¿Puedo tener stickers? —la dulce pregunta de JungKook le hizo entrecerrar los ojos.
De.
Ninguna.
Maldita.
Forma.
—Claro, ¿de figuritas?
—¡Acepto!
Mierda, mierda, mierda.
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