❝ ¿Por qué de todos los Omegas en el mundo, le tenía que gustar el que amaba pegar calcomanías en sus abultadas mejillas? ❞
O donde JungKook es demasiado tierno para el gusto del gran JiMin.
♡ 지국 ━ JIKOOK FAN-FICTION.
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➸ 2O18...
Existen personas con suerte y otras que superan eso.
JiMin sabe que ha ganado en cada aspecto de su vida, cuando tiene la dicha de presenciar la belleza suave de su Omega, siempre sonriente e incluso orgulloso de portar una marca de unión que causó un escándalo en el instituto y con sus familias, pero que sigue siendo lo más bonito en sus vidas.
Así que mientras observa a su Omega de cerca, se encarga de admirar cada pedacito de su rostro precioso. El contraste de sus cabellos chocolate, las tiernas y gorditas mejillas decoradas con brillos entre violeta y plata, los ojitos bonitos que le miran con cariño y los labios que no se cansará de besar una y otra vez.
Es increíble lo afortunado que fue. No muchos corren con la suerte de encontrar a su pareja y que está sea Jeon JungKook, alias, el bebé esponjoso.
El pequeño se acomoda solito contra su pecho, envolviendo sus brazos alrededor de su cintura y haciendo que su lobo se desespere por proteger a su pareja de cualquier cosa que pueda dañarle, poniéndole por encima de todo.
La suavidad y el aroma dulce disparan una eterna sensación de paz que JiMin ama con cada pedazo que le conforma, uniéndose tanto como puede a ese tierno obsequio y envolviendo a su Omega con ambos brazos, mientras frota la punta de su nariz en sus cabellos perfumados.
—Resulta un infierno tener que separarnos —JiMin suspira tras decir aquello—. Voy a esforzarme mucho en encontrar un lugar lindo para que puedas sentirte cómodo.
JungKook ríe, aferrandose mucho más al abrazo. No hacen falta palabras, él sabe con su corazón que la promesa de su Alfa lo es todo y que pronto tendrán su propio espacio.
JungKook también siente un poco de miedo y no puede negarlo. Porque vivir con su Alfa implica un montón de cosas nuevas que se le fueron enseñadas desde pequeño. Aunque, siendo sincero, está seguro de que todo irá bien.
Sus mejillas se calientan ante la idea de ser él quien le preparare la comida a su Alfa y quien reciba los mimitos que le hacen sentir tan especial.
—Te amo, bebé.
—Y yo a ti, Hyung.
Ambos se pierden dentro de su propia y sólida burbuja de felicidad. Incluso si todos continúan susurrando que su unión fue tan precipitada que terminará por romperse en cualquier instante.
JungKook sabe que están celosos, porque él ha sido un Omega afortunado y muy amado desde el principio.
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