douceur ❀ jikook.

› cuarenta y tres.🍒

JiMin empujó a JungKook detrás de su cuerpo, para mantenerlo alejado ante lo que sería una pelea de Alfas.

Chasqueó enojado ante lo estúpidos que HoSeok y YoonGi estaban siendo y, una parte de él lamentó terriblemente que su amistad se viera destruida por sentimientos que no se podían controlar.

Fue a Park a quien le tocó escuchar ambas versiones. La de dos chicos enamorados de la misma persona y aunque nunca supo del todo lo que sucedía con TaeHyung, bastaba con ver la preocupación en sus ojos y entorno a quién iba todo eso.

JungKook sollozó, asustado por los aromas intensos, mientras los demás se amontonaban a su alrededor. Nadie se metería en una pelea de ese tipo.

Una vez más JiMin maldijo. YoonGi iba a destrozar a HoSeok y no podía permitir eso.

—Ustedes, malditos irracionales, detengan su mierda en este momento. Están asustado a los Omegas, a TaeHyung.

HoSeok pareció reaccionar ante el llamado, pero YoonGi mantenía la mirada fija, sin dejar de gruñir y balancear su cuerpo.

—JungKook, deja de llorar, amor. Estás alterándome y trato de ayudar a éste par de animales.

Su Omega chilló y envolvió los brazos alrededor de su cintura, con él aún de espaldas.

—¡Tae, muévete! —JungKook medio gritó.

El otro Omega lucía aterrado, pero incluso si lo estaba, permanecía en medio de ambos Alfas. Ese era el único motivo por el cual los otros no habían chocado aún.

—No, no, no, joder —TaeHyung jadeó—. No quiero que hagan esto, no vale la pena; mierda, YoonGi, deja de gruñir y contrólate o voy a golpearte tan fuerte.

La petición pareció alterar de nuevo a HoSeok.

—¡Ésto no estaría pasando si ese perro no te hubiese tocado!

El siempre risueño Jung pareció explotar ante los ojos de los demás.

—¡Bueno, yo quería que me tocara! ¡Deja de joder con eso!

El trasfondo de sus palabras llegó hasta JiMin, haciendo que suspirara con pesar.

Así que ese era el problema. TaeHyung había estado con alguien que no era su destinado.

Vaya mierda.

—¡Tu Omega es para mi, fuimos creados para existir y ahora estás de caprichoso, quitándome todo!

TaeHyung frunció el entrecejo, retrocediendo. El enojo se formó en sus bonitas facciones.

—Yo no soy propiedad de nadie. Ni tuyo, ni de YoonGi. Sin embargo, yo decido con quién quiero estar, no mi maldito Omega. Realmente lo lamento, HoSeok, sé que es una mierda y sé que lo soy, pero no te quiero, no puedo.

Un jadeo grupal le siguió a eso.

TaeHyung acababa de rechazar a su Alfa.

—Eres mi Omega —HoSeok repitió en medio de un corto suspiro—, yo.. yo soy para ti.

—Tú eres para ti, eres propio. No te aferres a una persona que no te quiere, no te ates a sufrir porque tu lobo... Dios, Ho, ojalá pudiera decirte algo más.

Por primera vez, JiMin se preguntó si el rechazo no le dolía a TaeHyung por igual. Él estaba tranquilo, rechazando a la persona que la vida le entregó para ser y hacer feliz.

No podía entenderlo, pero algunas cosas sencillamente no tenían explicación alguna y lo lamentó por su amigo.

—HoSeok —JiMin habló por primera vez—, estoy seguro que puedes con esto... si TaeHyung puede, tú puedes más porque eres muy fuerte. Vamos, hombre, todos merecen ser felices y quizá algunos debemos esperar un poco más. Estoy seguro de que en algún momento tu media luna aparecerá y tu lobo sabrá que...

—... Que sin importar lo que el destino marque, eres tú quien decide con quien estar —YoonGi completó, bajando la mirada para por fin relajarse—. Y nunca pienses que ésto fue planeado en primer lugar, porque, incluso cuando a mi me dolió perder a la persona que más quise, aún sabiendo que nunca me podría dar lo que yo más quería... seguí adelante y, ahora...

TaeHyung frotó su rostro con ambas manos, retrocediendo hasta apoyar el rostro en el pecho de YoonGi.

Esa fue la última afirmación para HoSeok. Su Omega ya había tomado una decisión y ahora dolía, pero, con el tiempo... quizá no.