❝ ¿Por qué de todos los Omegas en el mundo, le tenía que gustar el que amaba pegar calcomanías en sus abultadas mejillas? ❞
O donde JungKook es demasiado tierno para el gusto del gran JiMin.
♡ 지국 ━ JIKOOK FAN-FICTION.
➸ top!jm / bottom!jk
➸ 2O18...
JiMin está seguro de que toda esa bola de estúpidos nunca estuvieron tan interesados en su Omega como cuando se supo que éste, aceptó su cortejo.
El feo sentimiento de posesión, parecía activarse cada vez que JungKook sonreía hacia otro Alfa que no fuese él y aquello le enojaba.
JungKook era su Omega, pero no le pertenecía al punto de no poder tener más amigos. Park JiMin no era de esa clase de ignorante.
Ojalá que su Alfa lo entendiera así.
Gruñó en cuanto detectó la fina silueta de su Omega. JungKook sólo estaba siendo adorable, atrayendo a todos los retrasados que no podían resistirse a su belleza.
Sus cabellos lilas saltaron al compás de sus bruscos movimientos y antes de poder razonar consigo mismo, su mano se apoyó sobre la cintura del Omega y lo jaló hacia su cuerpo, haciendo a JungKook saltar del susto.
¿Cómo es que había llegado tan rápido hasta él?
—¡JiMin! —JungKook chilló emocionado, aplaudiendo con sus manos—. Estaba a punto de ir a buscarte, y...
—No, largo —JiMin gruñó hacia el Alfa bajito de estatura que observaba atento los movimientos del Omega.
Éste último pareció entender y encogiendo los hombros, dio media vuelta.
El entrecejo de JungKook se frunció y abultó su labio inferior de una forma graciosa.
—Teníamos un trabajo que hacer.
Pero JiMin lo ignoró, reposando su nariz sobre el hombro del menor, para tratar de mitigar los rastros de celos que parecían adherirse a cada parte de su ser.
Estúpido lobo.
Suspiró y se sintió mucho mejor al sentir el aroma dulzón de JungKook, y el suyo propio en el suéter que ese día su Omega usaba.
No importaba cuántas veces se lo repitiera, ni cuantas otras JungKook se lo dijera... JiMin aún se sentía poca cosa para alguien tan bueno como su bonito y amable Omega.
JungKook dio media vuelta, obligándole a separarse momentáneamente para después ser empujado de regreso a su sitio especial; las tiernas clavículas perfumadas de su Omega favorito.
Los dedos de JungKook revolvieron cariñosamente su cabello y JiMin suspiró gustoso.
Estaba enamorado. Totalmente y sin duda alguna.
—JungKookie bebé es mío —murmuró, sonriendo cuando su Omega soltó una encantadora sonrisita.
Porque probablemente no era el mejor Alfa, pero tenía al mejor Omega.
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