Magi:The adventure Of Maik [SINBAD]

19.

Llego el ansiado día de las despedidas. Aladdin se iria a Magnostadt. Alibaba iria a sanar su condicion de magoi con unos guerreros especialistas en la manipulacion de este y si se puede, conceguir mas fortaleza. Morgiana iria en busca de la tribu de fanalis para conseguir aliados. Y por ultimo, el principe Hakuryu, el cual regresaría a su imperio.

-Cuídense.-Dijo Maik mientras miraba a los cuatro.-Nuestro tiempo juntos a sido corto pero espero estar presente en sus memorias.

-Hermana ¿que dices?. Solo sera un tiempo el que estaremos separados.-Respondió aladdin con una sonrisa.- solo un tiempo.-Maik volteo la mirada.- ¿verdad?

-Esperare ansiosa tu llegada.-Respondió ella evitando una respuesta concreta.-Aun siguen siendo seres vivos, no olviden divertirse ¿entendido?.

-Conquisten muchas chicas.-Comento Sharkkan por lo que fue silenciado por Yamuraiha, con un gran golpe de agua.

Despues de su tiempo de despedida, por fin, el barco zarpó. Viendo su marchar, su pecho se comprimio. Aunque lo negara, odiaba su destino, odiaba tener que luchar para sobrevivir, odiaba tener que dar su vida. No queria que se fueran, queria seguir vagando por cada rincon del palacio mientras interrumpia a cada persona que se le cruzara. Queria seguir teniendo sus grandes charlas y pequeñas discusiones. Es algo que probablemente ya no se realizara. Pues una vez que se valla, todo cambiara.

Su canto la libera, saca cosas que se mantenian presas en su mente y corazon, y conecta cualquier corazon al de ella. Por lo que ahora, corrio lo mas rapido al acantilado en donde aun se podia ver pasar su barco. Junto sus manos como si fuera un rezo y miro anhelante.

-Tu, que abandonas el acantilado, querido amigo. Rezare por ti desde aqui. Por tu luz...tu felicidad. Cuando pierdas el rumbo, cuando viajes de noche, que mi canción llegue hasta ti y te guie.

[Desde el desconocido lugar de la cuna de la vida, este hermoso planeta fue enviado y llego finalmente. Una a una, las canciones que fueron encomendadas recbieron sus roles al llegar el momento de nacer. Para resonar.

 Hasta el dia en que finalmente vuelva a la vida hara girar las canciones de este planeta]

Las ventiscas de aire se sentian mas al escuchar su canto, las olas chocaban con el final del acantilado y hacian que unas gotas quedaran en el aire. Sus cabellos se movian maravillosamente en el aire como si estuvieran danzando, denotaban un hermoso color cambiante al ser reflejado por los rayos de sol. Su cara, ella estaba viva y lo demostraba, tenia una expresión con mil y un emociones. Los chicos la miraban desde donde estaban, no sabian que hacer, su canto denotaba felicidad pero con tanto dolor, hacia que a todos les estrujara su pecho.

[Creo que lo volvere a ver algun dia.

Las personas que conoci en mi viaje, estaban todas en busca de sus propios sonidos, su propia resonancia. 

El viajero del sonido, esa soy. Dejando atras solo un rastro de que estuvo aqui]

-Es hora de irme tambien...

[***]

-Su amistad es mi mas grande regalo. Me ire por un gran tiempo por lo que procurare que tengan al menos algo que os recuerde a mi.-Ella tomo 9 piedras del suelo y puso de su poder en ellas, convirtiéndolas en un cuarzo tornasol.-No tengo color definido, por eso pueden pensar en mi cada vez que vean el aircoiris. Estas piedras no solo me representan, son mas que color. Tienen de mi poder y alma. Cada vez que me extrañen apretenlas con su puño y mi figura sera proyectada, la cual les dira lo que desean escuchar. Solo podran usarlo 3 a 4 antes de que su poder se acabe.