s i x | lluvia

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Martes 8 de Junio, 6 de la mañana.

El molesto y continuo ruido de mi alarma hizo que me levantara de una vez para apagarla.

Odio los martes, bueno, odio todos los días en los que me tenga le levantar temprano, básicamente.

Me alisté y salí de casa, con una hoja llena de partituras en una mano, sí, toco el piano, y en el hombro izquierdo mi mochila con ropa deportiva. Y sí, también bailo. Esos eran mis pasatiempos preferidos, al bailar y tocar el piano fluias con la melodía y los movimientos.

Y de un momento a otro empezó a llover, me cago en mi vida, las hojas se comenzaban a mojar y las partituras impresas se escurrian poco a poco, no tuve mejor idea que correr, cabizbaja para intentar mojarme lo menos posible.

De pronto ví que unos zapatos negros se posicionaban a mi lado, y que dejaba de caerme agua, poco a poco fui levantando la vista.

Un chico de piel blanca y pelo negro me miraba con ternura y una leve sonrísa. Lo reconocí, es el chico que me sujetó para que no cayera sobre las obras.

ーHola.ー Dijo sin dejar de mirarme.

ーHola.ー respondí en un susurro.

ーVamos, te acompañaré a tu instituto, llueve mucho. No me gustaría que te mojaras más de lo que ya estás.ー Explicó con una sonrisa tierna que hizo que sus bonitos ojos se achicaran.

ーGracias.ーHablé, esta vez, un poco más fuerte que antes.

ーHablé, esta vez, un poco más fuerte que antes

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Y así fue como llegué al instituto.

Fue un trayecto corto, en el que compartimos pocas palabras.

El chico, cuyo nombre desconozco, me dejó en la entrada y le agradecí con una leve reverencía y una tímida sonrísa.

El chico no se fue hasta que vió que había entrado. Recibí miradas confusas las cuales simplemente ignoré. Pensé en que, si lo veía próximamente, debería preguntarle su nombre.

A primera hora tocaba ciencias. No presté demasiada atención a lo que la señora Kang explicaba, iba tocandome las manos o simplemente miraba por la ventana
todo era más divertido que escuchar sobre la revolución científica o sobre los átomos.

En un momento me toqué el dedo índice y me dí cuenta de que no llevaba mi anillo.

Joder, lo he perdido.

Ese anillo era lo más preciado que tenía, la escritura que llevaba grabada en la parte interior era demasiado importante para mi.
Comencé a pensar donde lo podría haber perdido.

Tenía quatro posibles lugares donde se pudo haber perdido; en mi casa, en el instituto, por la calle o en la academia de baile a la que asisto.

Tenía que encontrarlo sí o sí.

we, no sé si les gusta o no :/

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we, no sé si les gusta o no :/

nunca diré quien soy, ahre.

Gracias por leer.🖤

Vxx.

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