¡𝑺𝒉𝒊𝒏𝒆! [Vol.1]

𝟎𝟑. 𝐎𝐝𝐢𝐨 ➹

𝘼𝙯𝙪𝙢𝙖 𝙉𝙤𝙧𝙞𝙠𝙤

Había pasado un rato de el combate con Bakugo, me sentía mareada y justo por eso decidí mantenerme alejada, necesitaba recuperarme.

Merodeaba por el estadio, era muy grande –obviamente– ya que aquí se hacían los festivales deportivos. A mí me hubiese gustado haber venido pero supongo que no todo es como uno quiere que sea.

El mareo pasó un momento y decidí volver al palco perteneciente a mi clase, justo antes de entrar un jalón me arrastró lejos de mi destino.

Vi su cabellera clara y sus pisadas pesadas me demostraron lo molesto que estaba.

—Hey, detente. —Dije tranquilamente, no respondió y sólo siguió caminando—. Oye, suéltame —no dijo nada—, por favor Bakugo, deja de ser tan infantil y acepta que perdiste —hablé completamente tranquila para evitar una pelea o gritos, pero ya sabemos que este rubio tiene aires de don todo lo puedo y tranquilizarlos no era una opción. Se detuvo en uno de los pasillos que estaban lejos casi a la salida.

—Escucháme maldita niña, eso solo fue un descuido estúpido de mi parte que nunca va a volver a repetirse. —no alzó la voz pero la pesadez en su palabras se notaba.

—Bakugo.

—¿Crees que puedes llegar y ganar solo por ser la nueva? No te costumbres. Probablemente era una de los recomendados que no deben esforzarse lo suficiente.

—Bakugou.

—¡No! ¡No voy a escuchar tu mierda de niña victimizada y te voy aplastar! —quice reírme más que molestarme, era increíble lo débil mental que era, osea, yo también, pero yo no estaba armando este berrinche.

—Mira, debes de dejar de ser un egocéntrico y comenzar a madurar, eso implica aprender a perder y si me quieres odiar o intentar aplastarme, hazlo, es algo que no me interesa en lo absoluto aunque probablemente lo segundo no vas a lograrlo, haz lo que desees hacer pero no seas un estorbo en mi camino. —Lo último se lo dije de manera seria, no esperaba un enfrentamiento fuera de una práctica y mucho menos hacer que nos metamos en problemas.

—¡A mi no me digas que hacer! —me tomó del cuello de la camiseta del uniforme, podía ver el enojo en sus ojos, no mostraba ni una pizca de arrepentimiento.

—Suéltame... —dije intentando respirar pero permaneciendo tranquila para no desesperarme más.

—¡No me des órdenes!

—Dios ¿no te cansas de gritar? justo acaba de terminar mi dolor de cabeza hace un rato. —me sobé ligeramente la sien dramatizando.

—¡Entonces deja de decirme que hacer, maldita extra!

—¿Acaso quieres imitar a Present mic? Porque lo estás logrando. —Me burlé.

—¿Qué dijiste? —dijo bastante molesto, comenzaba a pensar en lo mal que esto iba a salir.

—Veo que aparte de gritón, eres sordo.

—¡No me distraigas!

—Entonces bájame de una vez para poder ir a donde en realidad tenía que estar. Maldito niño estúpido.

Creo que no debí decir eso, bueno, mínimo moriré sabiendo que le gané a Bakugo Katsuki y eso es lo único que está bien en este mundo.

Me levantó más del cuello y me pegó contra la pared, mi cabeza había rebotado en la pared y eso sí me había dolido.

—Cuídate, maldita Noriko.

Me soltó dejándome caer al suelo, respire bastante para poder recuperar el aire pero simplemente no podía.