Cap. 38. Conversaciones

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Quinn se despertó bastante temprano y tras haber mandado algunos correos de trabajo, se puso a hacer el desayuno para todos. 

La fotógrafa había estado mirando en la cama la noche anterior vuelos de vuelta a casa para al mediodía, sabiendo que tenía que regresar para el tema de Santana y quedar con Puck y Brittany cuanto antes. Además, si no quería empezar a perder clientes importantes, tendría que ponerse al día con el trabajo. 

Muy a su pesar, no podía posponer más su vuelta y tenía que informar a los demás.

Rachel salió la primera de las habitaciones, prácticamente dormida. Se frotó los ojos saludando a su mujer mientras Quinn sonreía de manera involuntaria por la imagen. La encantaba verla así, recién levantada... despeinada, sin maquillaje... sin preocupaciones.

La pediatra se sentó en la primera silla libre que encontró, viendo todo lo que había sobre la mesa. Instantáneamente se relamió. Desde que ella y Quinn se habían separado, apenas había comido correctamente, pero ahora con el bebé se tenía que cuidar. Ella se encargaría de que todo fuera bien. Aunque preferiría que la rubia que estaba junto a ella la ayudase, como ahora preparándola el desayuno... deseaba que fueran así todas las mañanas... como antes.

- Sabes que no somos tantos en la casa, ¿verdad? -bromeó Rachel mientras comenzaba a servirse sus tortitas.

- Te encantan estos desayunos, no te quejes tanto -continuó la broma la otra mientras se sentaba justo enfrente- tengo que volver hoy. He comprado un billete para dentro de unas horas.

Rachel levantó la cabeza, mirándola a los ojos con una expresión triste. Desde que había llegado, prácticamente estaban como antes del accidente... mantenían conversaciones sin estar incómodas, se miraban a los ojos... y no quería volver a Nueva York y que todo eso se acabara.

- No es solo por el trabajo, sabes de sobra que si fuera por eso, podría intentar alargarlo más. Quiero quedar cuanto antes con Britt y Puck para todo el tema de San. Y ahora que sé que estás bien... bueno que estáis bien -sonrió- me puedo ir más tranquila.

- Está bien -murmuró Rachel- Beth y yo nos quedaremos el fin de semana con mis padres y luego el domingo, volveremos a casa.

Quinn asintió y miró su reloj comprobando la hora. No había traído muchas cosas por la urgencia de la llamada de Howard, pero tenía que prepararse para salir hacia el aeropuerto.

- Voy a vestirme, ahora os veo.

Y sin que Rachel lo viera venir, la fotógrafa se agachó un poco, acariciando el estómago de la que era su mujer con una gran sonrisa y luego la dio un beso en la comisura de los labios. Al separarse, Rachel comenzó a balbucear, sin saber muy bien qué decir ni qué estaba pasando. Quinn se rió un poco de ella y se metió sin decir nada para las habitaciones.

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- Para nada el color indicado es el naranja Blaine, no tienes ni idea. Creo que en azul se verá mejor.

Santana llevaba toda la mañana reunida con Blaine y Sugar. Estaban terminando los últimos detalles sobre la portada del siguiente sencillo de James, que estaba por salir. 

La latina sabía que a pesar de que no estaba de humor y que lo último que la apetecía era estar con gente... necesitaba ponerse al día en su trabajo. No podía perder todo por lo que había luchado tanto durante años en un par de meses. Además, el proyecto de James era algo muy personal y no lo quería dejar en manos de nadie. 

- No tienes ni idea Sugar -gruñó Blaine dirigiéndose ahora a su jefa- San, ¿puedes coger la segunda carpeta que esta en tu primer cajón? Ahí tenemos las muestras.

Secuelas del Pasado [Brittana/Faberry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora