Cap. 37. Protección

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Santana se había levantado hacía un rato, lista para sacar a Siku antes de irse a trabajar. Desde que Quinn y Beth se quedaban en su casa, había recobrado el hábito de salir a desayunar por las mañanas con el animal para dejarlas algo de intimidad. Se había puesto unos vaqueros pitillo negros y una sudadera de capucha gris que apenas la dejaba parte de la cara libre. Sus ojos, como casi siempre que salía a la calle, estaban cubiertos por unas gafas de sol Rayban de aviador.

Ambos bajaron por las escaleras rápidamente, revisaron si había correo y después pusieron rumbo a una cafetería cerca de su casa en la que permitían a Siku poder quedarse dentro del local. 

Al llegar, la camarera que siempre la atendía, la sonrió como todas las mañanas y la puso su café solo doble delante de ella y un bol de agua para el animal. Después, la tomó nota de lo que iba a comer y la dejó sola. 

Esos momentos de tranquilidad los utilizaba para revisar las redes sociales y dedicarles algo de tiempo a los fans que la escribían tanto por twitter como por Instagram. Antes de poder meterse a la aplicación un nuevo mensaje llegó a su bandeja de entrada.

***De Amy: Muchas gracias por la cerveza. Espero que tengas un buen día.***

Acariciando levemente de manera distraída la cabeza de Siku contestó con una mano mientras sonreía.

***De Santana: Muchas gracias a ti, necesitaba salir un poco. Pasa buen día tú también.***

Y sin más, se puso a contestar comentarios en sus redes sociales. Siku se hizo un ovillo debajo de ella aunque ya era imposible que se pudiera meter debajo de las piernas sin mover todo a su alrededor.

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Nico se levantó de la cama rumbo a la cocina donde estaban desayunando sólo con el sonido de la radio Frank y Brittany. El pequeño se frotó los ojos y se sentó junto a ellos, viendo como su madre rápidamente le daba un beso en la frente y se ponía a prepararle el desayuno.

- ¿Estás mejor? -preguntó Frank mientras no desviaba la mirada del periódico- Ayer volviste un poco triste.

Nico asintió bajo la atenta mirada de Brittany. Ella admiraba en muchos momentos a Frank, pero sobretodo la manera que tenía de tratar con problemas como este con su hijo, con total tranquilidad. 

- Quería quedarme más rato con San.

- Lo sé cariño -intervino Brittany dejando un tazón de leche a su lado y unas tostadas- pero ahora la situación es complicada y es diferente a como era antes.

- Ya -dijo el niño sin levantar la mirada de su plato- Tana me dijo que me explicaría todo mejor cuando sea mayor.

Brittany internamente se estaba retorciendo y aguantándose las ganas de preguntar al pequeño que tal con la latina y de que habían estado hablado. Pero quería mantenerse al margen de su relación ahora que ella, muy a su pesar, no pertenecía a esa escena.

- Seguro que te dijo que te va a ver en cuanto pueda otra vez ¿verdad? -comentó el hombre mientras agitaba su café.

- Si, me ha dicho que va a venir más veces a recogerme al colegio y que vamos a pasar más tardes juntos.

- Entonces no te preocupes. Cuando te quieras dar cuenta, estarás otra vez con Santana pasando el rato -aclaró el hombre con la voz tranquila y una pequeña sonrisa- y ahora acelera desayunando que vamos a llegar tarde al colegio.

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Rachel acababa de llegar hacía unas pocas horas a casa de sus padres. Después de la salida de Quinn esa misma noche a toda prisa decidió que lo mejor era irse cuanto antes para pensar en cómo arreglar su vida. Miró aviones y cogió el primero de la mañana después de dejar a la niña en el colegio. Tras varios retrasos y un vuelo algo movido, había llegado a su ciudad natal bastante fatigada. Sus padres la habían mandado a dormir directamente pero no se estaba sintiendo mejor. Todo lo contrario. Aun estaba cansada y mareada. 

Secuelas del Pasado [Brittana/Faberry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora