Cap. 34. Encuentros

323 26 7
                                    

- ¿Te conozco?

Habían pasado varias semanas desde todo lo ocurrido entre las chicas. El mes más largo desde hacía mucho tiempo para todos. 

Quinn acababa de salir de una jornada intensiva en una famosa revista de la ciudad y estaba bastante cansada. Aun así, buscaba cualquier excusa para trabajar durante más horas de las que debía y no cruzarse con Rachel despierta en casa. Esta, había vuelto hacía dos semanas rogando que la dejara quedarse en casa con la niña y con ella, pero la situación era totalmente fría. La fotógrafa se lo había permitido por su hija que estaba continuamente preguntando por la morena, pero ni si quiera compartían habitación. 

Parecían más unas compañeras de piso que una pareja.

- Buenas noches, me llamo Frank Hernández -dijo el hombre quitándose el gorro de lana que llevaba en la cabeza para dejar ver más su cara y no asustar a la otra- sé que te va a parecer raro, pero vengo a hablar contigo. Eres Quinn ¿verdad?

La rubia se quedó extrañada y aunque desconfiaba, le hizo entender con la mirada que continuase hablando.

- ¿Podemos ir a un sitio menos concurrido? -preguntó el hombre al ver a bastante gente pasando a su alrededor a pesar de la hora, pero al observar la reticencia de la otra continuó- soy un amigo de Brittany y Nico. Ellos viven ahora mismo conmigo y necesito contarte algo.

Quinn asintió lentamente y le hizo un gesto para que lo acompañase a un parque que había cerca de allí.  Aun no podía entender lo que había pasado entre Brittany y Santana y mucho menos cómo la rubia pudo hacerle eso a su cuñada. 

Que ahora se presentase un desconocido a contarle algo sobre Brittany no solo le causaba muchísima curiosidad, sino que si era de ayuda para Santana... lo necesitaba. Sobretodo después de todo este último mes.

-----

Santana frotó su cara por decimoquinta vez en la última hora intentando despejarse. Llevaba trabajando sin descanso desde hacía cinco días y apenas había dormido unas horas. 

Blaine interrumpió sus pensamientos llamando a la puerta pidiendo permiso para entrar.  En el último mes apenas podía hablar con su jefa sin que ella terminara la conversación y volviera a su trabajo. Estaba sufriendo, cualquiera podría verlo, pero no tenía modo de poder acercarse a ella. 

Así que simplemente la dio espacio como había hecho todo su entorno.

- Santana, yo me voy ya -comentó el chico sin subir mucho el tono- la copia del contrato del nuevo grupo de Nueva Jersey está en tu bandeja de correo, lo demás lo he dejado archivado en mi escritorio.

- Muchas gracias Blaine, hasta mañana.

El moreno suspiró sin salir, acariciando el pomo de la puerta, debatiéndose entre hablar o mantenerse al margen. No podía ver a su amiga así.

- Esto... ¿Cómo te encuentras?

Santana levantó la vista de los papeles por un segundo para volverla a bajar inmediatamente. Sacó otra carpeta de uno de los cajones laterales del escritorio y continuó.

- Bien, todo perfecto -comentó con un tono neutro sin mirarlo.

- ¿No crees que deberías irte a casa? Llevas días sin descansar y realmente ya está todo listo aquí.

- No creo que tarde. No te preocupes, hasta mañana.

- ¿Te apetece venir conmigo a cenar algo y nos ponemos al día? -volvió a intentar Blaine agarrando inseguro la bolsa que llevaba colgada al hombro- podemos ir a...

Secuelas del Pasado [Brittana/Faberry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora