Cap. 31. Apoyo

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Santana se movió incómoda en el pequeño sofá de cuero. Había pasado la noche en la habitación del hospital con su padre Henry mientras que todos los demás se habían ido a casa a descansar un poco.

Todos salvo Brittany, que había estado toda la noche con ellos, durmiendo a su lado en el sofá. En ese mismo momento, estaba en la cafetería en busca de algo para desayunar mientras que padre e hija estaban en silencio en el cuarto.

- Te quiere mucho, lo sabes ¿no?

La morena levantó la cabeza del libro que estaba leyendo para mirar a su padre. No estaba entendiendo a qué se estaba refiriendo con esas palabras. 

- Brittany -aclaró- después de esta noche no tengo ninguna duda. Te mira con tantísimo amor... lo peor de todo es que no te has dado ni cuenta.

Santana se limitó a negar con la cabeza nerviosa y se levantó sin decir nada hacia un pequeño armario que había junto a su padre. No quería tener esa conversación con él en ese momento y lo mejor era coger su chaqueta y huir. Al alcanzarla, algo cayó de su bolsillo y sin percatarse de ello, se la puso. Su padre en cambio si que lo hizo.

Al abrir la pequeña caja, no podía creer de lo que se trataba.

- ¿Esto es un anillo de pedida?

La latina se dio cuenta de lo que su padre tenía entre sus manos y se echó la mano al bolsillo rezando de que no fuera verdad. De que el estuche del anillo de compromiso siguiera allí.

- Papá...

- ¿¡La vas a pedir que se case contigo!?

Santana fue hacia su padre prácticamente corriendo y le quitó el pequeño estuche. Se lo volvió a meter en el bolsillo sin decir nada y se sentó a su lado suspirando.

- No lo sé. No te vuelvas loco papá, no quiere decir nada. Sólo es un anillo.

Henry la miró interrogante. La chica  sabía que no tenía escapatoria así que suspiró de nuevo y se puso a contar todo lo que la rondaba en la cabeza.

- No quiero asustarla. Yo... creo... -hizo una pequeña pausa- en realidad... sé que me quiero casar con ella y formar una familia.

- Lo sois aunque no estéis casadas cielo.

- Ya, pero quiero que sea mi mujer. No sé cómo explicarlo... sé que nuestra vida actual es como si estuviéramos casadas... vivimos juntas, tenemos nuestra pequeña familia... pero quiero dar este paso. 

- Entonces si lo tienes tan claro –sonrió el hombre mientras acariciaba distraídamente el brazo de su hija- ¿Por qué no se lo propones?

- Ella siempre está diciendo de ir despacio, que no podemos precipitarnos... que yo la pida que nos casemos no es precisamente ir muy lento. No quiero que se vuelva a asustar y que huya.

- Cariño... te estás poniendo en lo peor. A lo mejor ella te sorprende y también quiere.

- De momento –bostezó la latina dando unos ligeros toques en el brazo de su padre intentando cambiar de tema- lo único que quiero es que papá y tú os pongáis bien.

- Santana, tu padre y yo nos recuperaremos pronto. Deja de preocuparte tanto.

Brittany abrió la puerta cargada con dos bolsas y se fijó que padre e hija se veían como si les hubieran cogido haciendo algo malo. Santana tenía exactamente la misma expresión que Henry. Se rió ligeramente y entró poniendo todo encima de la mesa.

- ¿Molesto?

- Claro que no cielo, no molestas nunca –dijo el hombre con una pequeña sonrisa- ¿Qué nos has traído para comer?

Secuelas del Pasado [Brittana/Faberry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora