»Mensaje/Día 55«

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¿Quieres salir a caminar?

sábado, 6:45 pm




Dicen que va a nevar.

sábado, 6:47 pm




Con más razón.

sábado, 6:48 pm.




*




Sábado, 6:50 pm. 

Casa de Max, sala.

–Mamá, ¿puedo salir?

La rubia mujer despegó la mirada del televisor y la posó en su hijo, quien descansaba tendido en el sofá.

–¿Ahora?

–Sí, creo.

Suspiró, mirándolo con ojos analizadores.

–¿Con quién?

–Un amigo, se llama Dessmond Adams.

Pudo ver cómo, de un instante a otro, su semble cambió. 

–¿Tienes otras intenciones con él?

Puso los ojos en blanco.

–¿Cómo cuales? 

–Cosas gays tuyas, qué sé yo.  

Tragó el nudo de su garganta,intentando aparentar que el duro comentario no le había dolido.

–No, mamá.

–Muy bien.  Sabes que va a nevar ¿no?

–Sí.

–De acuerdo.

–Gracias –sonrió–. Llegará en un rato.

–Max, mírame –se dirigió a él con voz autoritaria–. No quiero saber que ese niño gusta de ti o viceversa. Si me llego a enterar de que se andan besando en la calle como los de su tipo, tendré que volver a castigarte.

"Los de su tipo". Una horrible forma que tenía para llamar a los homosexuales.

Ni siquiera sabía si Dessmond entraba en esa categoría. No tenía por qué tratar de insultarlo al igual que a él y los demás.

Ya le había pasado una vez, con un chico del que se enamoró cuando era menor. Fue su primer beso. Pero cuando se lo contó a su madre, ésta se encargó de hacer olvidar todo sentimiento de alegría en su pequeño ser. Obligó al otro a alejarse de su hijo, y a él a olvidarlo. Pero no lo hizo. Lo que jamás pudo salir de su cabeza, contradictoriamente, fue la hermosa sensación de sentir los labios ajenos sobre los suyos, la cual mejoraba al saber que ambos se querían. 

Hola, JirafaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora