»Día 23/24«

438 48 19
                                    

N/A: por si el título no se entiende, hace referencia a que los mensajes 23 y 24 fueron enviados el mismo día, por lo que este capítulo narra lo que sucedió en el transcurso de ese día. Espero haberlo aclarado, all the love.



Jueves, 07:25 am.
Casa de Max

La cocina tenía el típico aroma de una casa en la mañana: tostadas, café, cereales, y el habitual sonido de la televisión de fondo. El único hijo de la señora Rymer bajaba las escaleras con prisa a la vez que terminaba de arreglarse el cabello con los dedos.

–Buenos días a ti también –dijo la mujer sirviendo una taza del líquido oscuro y dejándola sobre la mesa. 

–Lo siento. Buenos dias, mamá –dejó un sonoro beso en su mejilla.

–¿Vuelves temprano hoy?

–No lo creo, Leah y Robbie quieren ir al cine. Estaré aquí antes de las ocho.

Margaret frunció los labios.

–Mi niño, ¿estás seguro de que tienes a los amigos correctos?

El más alto levantó la cabeza de su desayuno.

–¿De qué hablas?

–De la pelea en la que tú y ese "Robbie" estuvieron involucrados.

Si conociera el verdadero motivo de todo eso...

–Mamá, Robbie es buena persona. Conoces a Leah, sabes que ella no saldría con alguien que no lo fuera.

–La gente cambia, cariño.

Suspiró.

–Yo soy feliz con ellos. Me aceptan como soy y nos divertimos juntos. Deberías alegrarte por mí.

–No lo haré si te juntas con matones como él.

–¡Mamá!

–Es lo último que diré, Maximus. Busca gente como tú: nerd, obsesionada con los libros y esas cosas raras tuyas. No dejaré que mi hijo se vaya por el mal camino.

–¿Y cuál sería ese camino?

–El de los perdedores que no hacen más que jugar en la escuela y desperdiciar su futuro.

Lo miró por unos segundos antes de ponerse de pie y comenzar a ordenar la mesa. El chico cerró los ojos, contó hasta diez y volvió a abrirlos. Todo estaba bien otra vez. Se levantó y salió con su mochila colgando del hombro.




*


Jueves, 10:20 am.
Escuela.

–¿Pueden creer que me llamó la atención por pedirle un lápiz a Lucy? ¡Ni siquiera estábamos en examen!

–Sabes cómo es, Leah, castiga como si su vida dependiera de ello.

–Deberíamos hacer una denuncia en su contra. Lo que ese hombre hace se llama "abuso de poder".

–No exageres, es de los profesores más antiguos de esta escuela, todos saben cómo es.

–Si llega un papel del juzgado, entonces tomarán en serio mi daño psicológico. Tú me apoyas, ¿no, Max?

El mencionado miraba sus pies, totalmente ajeno a la conversación que sus amigos llevaban. Al escuchar su nombre, los miró y asintió reiteradas veces.

–Sí, por supuesto.

–Hey, ¿te sientes bien? –Robbie puso una mano en su brazo, transmitiéndole confianza.

Hola, JirafaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora