Cap. 1

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Narra Skyler.

Me miraba al espejo, veía los diversos moratones en mi rostro y en diferentes partes de mi cuerpo. ¿He hecho algo mal?¿Por qué a mi? Yo no he hecho nada para ser odiada.

Lágrimas se deslizaban por mis mejillas en una hora es mi transformación y no me sentía para nada bien. Sentí que golpearon la puerta rápidamente seque mis lágrimas y la puerta se abrió.

-Hija ya es...- las palabras quedaron en el aire cuando mi madre me vio el rostro.-¿Otra vez?- pregunto, yo sólo me límite a asentir y mis ojos se volvieron a cristalizar. Ella se acercó me abrazó aunque no fuera mi verdadera madre la amaba con todo mi corazón al igual que mi padre.

-Me maquillare y bajo- dije separándose de mi madre, ella asintió y salió.

Me maquille rápidamente y salí de mi cuarto baje las escaleras y camine a las sala.

-Hay que decirle, ella no tiene porque soportar estos abusos- dijo mi madre enfadada.

-Todo a su tiempo, se lo diremos después de que se transforme- Dijo mi padre, claramente estaban hablando de mi, pero no los presionaré. Espere unos minutos y entre a la sala.

-¿Vamos?- pregunte y ellos asistieron.

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Salimos al patio trasero y esperamos a que la luna estuviera en posición.

Al cabo de unos minutos empecé a sentir un dolor indescriptible. Cerré los ojos con fuerza, mordiéndome el labio para no gritar, esto era igual o peor que los golpes que recibía en el instituto. Sentía mis huesos crujir y re acomodarse. Caí de rodillas, apoyando mis manos en el suelo. Mis manos se convirtieron en patas. Mi rostro se convirtió en un hocico. 

Corrí, sintiéndome el viento golpear mi rostro, sintiendo libertad. 

Llegue a un pequeño lago, el cual estaba acostumbrada a visitar. Me acerque a beber un poco de agua, pero me detuve al ver mi reflejo. Soy una hermosa loba, blanca como la nieve, de ojos azules.Tengo el tamaño de un alfa, lo que mas me sorprendió. Estuve un rato echada cerca del lago descansando y pensando sobre como seria mi vida ahora. 

No podía seguir tolerando esos insultos y golpes. Para que eso cambiara tenía que cambiar yo. Por suerte, esta es la última semana de clases de mi último año.

Volví a casa un poco tarde, pero mis padres me seguían esperando despiertos, lo que me confundió. Mi madre se acerco con una manta en las mano y me tapó. Me des-transforme y sorprendente mente tenía la ropa intacta, sin un rasguño. Pero algo había cambiado con mi cuerpo, mi cabello creció y ahora lo tengo por la cintura. Y mi cuerpo ahora tenia mas curvas justo donde debía. Esto me confundió aun más.

-Ven hija, siéntate. Tenemos que hablar- dijo mi padre serio. Yo me senté enfrente de ellos dos esperando a que alguno hablará.

-Hija nosotros... nosotros te mentimos. No te adoptamos en un orfanato como te dijimos- dijo triste, mi cara fue de pura sorpresa. ¿cómo puede ser? No me lo esperaba, fue como un balde de agua fría.

-Una tarde salimos a dar un paseo por el bosque con tu madre, como lo hacíamos habitualmente. Todo estaba tranquilo cuando una mujer paso corriendo enfrente nuestro, pero se detuvo y regreso hasta nosotros. Ella nos entrego una bebe recién nacida, a ti, nos pidió que te cuidáramos y que te diéramos esta carta al cumplir los dieciséis.- me tendió un sobre blanco.- luego nos dijo tu nombre, Skyler, se transformó y desapareció, unos rogues pasaron luego, suponemos, buscándola.- Ellos me miraban esperando respuesta, pero ¿qué les iba a decir? 

RECHAZADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora