Cap. 16

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No soy vengativa, pero atentaron contra mi vida y eso no se va a quedar impune. Ya se perfectamente quien fue, aún no se lo he dicho a Chris porque lo mataría y no me dejaría llevar a cabo mi plan, que no es mucho en realidad, solo prohibirle la estrada al paraíso de mi madre y convertirla en un renegada ¿Qué son los renegados? Son licántropos que no pueden transformarse, ¿Me estoy pasando con el castigo? Yo creo que no. Y si es así, pues me da igual.

- Alfa, hemos traído a las personas. - Mire al soldado parado frente de mi con una sonrisa de oreja a oreja. Leyeron bien "las" personas, porque no era una sola, eran tres según mis fuentes.

- Perfecto, hazlas pasar y puedes retirarte. Por cierto, nada de alfa, solo Sky. - El soldado sonrió y asintió. Por la puerta entraron las tres personas forcejeando con los guardias. Me levanté, rodee el escritorio y me apoye en este.

- S...Sky. - Sonreí aún más.

- Alfa para ti, Maritza. - Pronuncie su nombre con odio. Si, es Maritza, tía de Marcus. - Un pajarito me contó que tú fuiste la que atentó contra mi vida la otra noche, y me parece absurdo. ¿Solo por una custodia? Así que te doy la opción de hablar o... Morir. - Obviamente no la iba a matar, pero es necesaria la amenaza para que hable.

- No diré nada. - Sonrió de medio lado.

- ¿Enserio? ¿Sabes cómo será esto? Tienes dos caminos, hablar y salir todos sanos o, ver morir a tu esposo e hijo frente de ti y luego vagar como una renegada. Tu eliges. - Ella me miró con los ojos como platos, totalmente palida.

- Tu no harías algo así. - La mire sonriendo de medio lado.

- Yo no, pero Chris no estará contento con saber que tu casi le quitas la vida a su mate. - Se puso más palida, cómo si fuera posible. - Bien, ¿Qué dices? - Me cruce de brazos.

- Está bien, hablaré. - Miró a su hijo y esposo, luego suspiro y me miró.

- Si mientes, yo lo sabré, y no te conviene. - Ella asintió rápidamente. - Habla.

- Uno de los señores del consejo me interceptó cuando estábamos saliendo ese día. Me dijo que me daría ingresos de por vida si yo cooperaba con él. No sabía lo que debía hacer y cuando lo supe no había vuelta atrás. - Dice la verdad, no sé cómo pero tengo un como un detector de mentiras y ella dice la verdad. De todas formas, no puede quedar impune y se convertirá en renegada.

- Bien, lo entiendo. De todas formas te castigaré. Solo puedes elegir a una persona que se salvará del castigo, tu hijo o tu esposo. - La mujer no dudo ni un minuto, y casi sin respirar dijo:

- Mi hijo. - El esposo la miro molesta y el hijo agradecido. - El no tiene la culpa, el no sabía nada, tu si. - Le aclaró a su esposo, él, de todos modos no le importo y la ignoro. Me acerque a Maritza y convirtiendo mi mano en garra toque con un dedo su frente, por un momento sus ojos se volvieron blancos y cayó al suelo desmayada, hice lo mismo con su esposo y también cayó inconsciente al suelo. Los guardias se lo llevaron y después me quedé con el hijo de ellos a solas.

- No seas como tú padres, el dinero no lo es todo en el mundo. - También toque su frente y sus ojos se pusieron blancos. No lo convertí en renegado, solo lo bendije. - Ya puedes irte, si necesitas algo no dudes en venir a verme. - El asintió y se fue. La puerta de mi despacho se abrió y por ella entro Chris con el ceño fruncido.

- Sky, ¿Qué ocurre? - Cerré los ojos y deje caer mi cabeza asia atrás, estoy cansada. 

- No ocurre nada, tranquilo. - Se colocó detrás de mi silla y la me hizo voltear. Se recargo en los apoya brazos acercándose a mi y conecto nuestras miradas.

- Sabes que puedes decirme lo que sea. Recuerda, ahora tus problemas, son míos también. - Acaricie su mejilla y el cerró los ojos.

- Lo se. - Susurré y me acerque a él. Deje un gasto beso en sus labios y gruño. Sonreí y lo bese como se debe. Me cargo y enrede mis piernas en su cintura. El tomo asiento en mi silla conmigo encima. De a poco nos separamos y el hundió su cabeza en mi cuello.

- Es tarde, deberíamos ir a dormir. - Sonreí y me abrace a él, escondiendo mi rostro en su cuello.

- No quiero caminar. - Hice puchero sobre su cuello y luego deje un beso en la zona. Escuche una leve risa de su parte, seguido de sus manos en mi tracero y el levantándose. - ¡Oye! - Le reclame el toqueteo.

- Debo sacar provecho de la situación. - Reí levemente y me acomode en su cuello. Unos segundos después sentí algo sube chocar contra mi espalda, aún así no solté a Chris. - Ey, debo irme a mi cuarto. - Lo mire e hice puchero.

- Duerme conmigo. - El sonrió y beso mi frente unos segundos.

- Está bien. - Se acomodo a mi lado, me asomé a la cuna de Marcus, quién dormía, y bese su frente para ir al closet por un pijama. Una idea cruzó por mi mente pero la descarte rápidamente. O quizás no.

Me puse un short de algodón gris, más corto de lo usual, ustedes entienden. Una remera holgada de hombre, que no es de Chris ni de ningún chico, y me quite el brasier. Salí del closet y me encontré con un Chris desnudo, obvio no desnudo desnudo, en boxers. Admito que es hermosa la vista.

El me miró de arriba a abajo y frunció el ceño. Miró fijamente la remera para luego mirarme a los ojos.

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⏰ Última actualización: Aug 04, 2020 ⏰

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