Cap. 12

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Narra Christian.

Que Skyler me ignore es frustrante, aunque reconozco que yo empecé. Aproveche que ella salió de casa para ir al consejo e invite a Sacha para liberar frustración.

Me coloque un boxer, en nada llega Sky y no quiero que se cruce con Sacha.

- Cariño, vuelve a la cama. - La mire de reojo. Paso su mano por mi espalda pero la aleje.

- Vístete. - Ella me miró con el ceño fruncido. - Está por llegar la alfa, no creo que quieras cruzarte con ella después de lo que paso la última vez. - Me miró aterrada y se levantó de un salto de la cama, se vistió aún más rápido que yo. Ambos bajamos y yo salí primero. El olor a cerezas llegó hasta mi fosas nasales, mi olor favorito desde que lo olí en Sky, pero este es más intenso que el perfume de ella.

Al levantar la vista me la encuentro a ella, tan hermosa como siempre, con expresión de sorpresa y un hermoso brillo en los ojos. Pero ese brillo se apaga y su expresión cambia a descepción cuando ve detrás de mi. Me volteo y ahí está Sacha. Vuelvo a ver a Sky, furia es lo que derrocha.

Mierda, ¿Porque me tiene que pasar esto a mi?

Sacha salió corriendo en cuanto Sky la echó, y a mi no me dijo nada.

- Solo... - Suspiró. - Vete. - Su voz fue firme, no me dejó otra opción. Fui a un bar en el centro de la manada, lo recurría mucho cuando buscaba un ligue, pero ya no lo necesito. Desde que ví a Sky solo he querido estar con ella. Valla, ahora entiendo porque.

¿Porque lleve a Sacha? ¿Porque me acosté con ella? Ni siquiera llegué al orgasmo, apenas ella termino la quite de arriba mío. Que idiota soy.

Tome hasta cansarme, pero no sirve, soy un lobo ¡Claro que no sirve!

Odio está sensación en el pecho, es dolor, pero la odio porque se que no es mía, es de ella. Nuestra conexión es bastante fuerte, por más de ser de hace pocas horas, y puedo sentir lo que ella siente. Dolor, descripción, irá. Se que ella quería que la detuviera para solucionar las cosas, pero no lo hice. Soy un idiota ¡Un jodido idiota! Ni siquiera sé porque no la detuve.

Una idea cruzó por mi cabeza, perdería mi dignidad, pero estoy dispuesto mientras sea por ella.

Corri a la casa, sin hacer el más mínimo ruido cerré la puerta de mi habitación con llave y baje a la cosina. Hice algo de ruido y fingí tambalearme.

Me abrace a Sky y ella me llevo arriba. Pensé que me llevaría a su cuarto luego de darse cuenta de que la mía está cerrada pero no, entramos en una de huéspedes. Me largo en la cama, literal, me soltó de golpe y como tenía mi peso en ella caí bruscamente en la cama.

- Pensé que me llevarías a tu cuarto. - Me ignoro y se fue a su cuarto, por supuesto la seguí, pero cerró la puerta en mis narices. Joder.

Me fui a mi habitación, pero no pude dormir el resto de la noche. A eso de las 5 me levanté me di una larga ducha y me vestí con unos vaqueros negros, una camisa blanca y unas Vans negras. Salí de mi cuarto y vi a Marlen en la puerta del cuarto de Sky.

¿Que "hombre guapo" buscaría a Sky? Hay mucho en el mundo, en las manadas vecinas, en incluso en esta manada. Mierda, los celos me están comiendo por dentro.

- ¿Celoso? - Se burló.

- Demasiado. - Al parecer le sorprendió mi respuesta.

- Pues tragatelo, no somos nada. - Eso me descolocó. ¡Claro que somos algo! Somos mates. Joder. Vi como bajaba las escaleras sin despegar la vista de estás.

Narra Skyler.

- ¿¡Que haces tú aquí!? - La sorpresa en mi voz no pasó desapercibida.

- Vine a ver a la nueva alfa de la manada vecina y mi mate. - Se acercó e intento dejar un beso en mis labios pero le corri la cara y beso mi mejilla. - La que intenta hacerse la difícil. - Lo mire con una ceja alzada.

- Será mejor que te comportes. Te recuerdo que estás en mi territorio y una guerra no sería bueno para una manada con un alfa tan débil. - Escuché pasos bajar las escaleras y luego un brazo rodeando mi cintura. Al instante supe que es Chris.

- ¿Pasa algo cariño? - Mire fijamente a Joshua, quién tenía puesta la mirada en Chris de una manera nada buena.

- Nada de que preocuparse. - Me relaje un poco, al sentir los dedos de Chris acariciando mi cintura. Odio que tenga ese poder sobre mi.

- ¿Quien es este? - Joshua frunció el ceño.

- El es...

- Soy su mate. - Mis ojos se abrieron como platos y mire a Chris, ¿A qué viene esto? Tocaron el timbre, me separé de Chris y abrí la puerta. Por el olor se que es un alfa, pero no sé de qué manada. Es de mi edad, cabello rubio bien peinado, ojos verdes y un cuerpo trabajado.

- ¿Alfa BlackMoon? - Asentí en respuesta con una sonrisa. - Hola bella dama. - Tomo mi mano y la beso. - Alfa Monroe BloodMoon, a su servicio bella dama. - Hizo una reverencia y reí.

- Alfa Skyler BlackMoon, encantada apuesto caballero. - Hice una reverencia siguiendo su juego. Un carraspeó nos saco de nuestra burbuja de diversión. Al voltearme ví a mi actual mate y ex mate de brazos cruzados ambos. Rodé los ojos y negué con la cabeza.

Los alfas comenzaron a llegar en grupos, todos se presentaron formalmente, la mayoría venía acompañado por su luna, sus hijos y su beta, este con su esposa o novia e hijos.

Por la puerta de la sala apareció Marlen, con Marcus en brazos. El va vestido con unos jeans negros, una camisita blanca y una zapatillas Adidas blancas. Venía haciendo puchero y al verme una lágrima rodó por su ojito. Mi pecho se oprimido y corrí hasta él. Lo tome en brazos y bese su cabecita.

- ¿Que le paso? - Pregunté a Marlen.

- Se puso triste al no verte a ti cuando despertó. - Sonreí tierna y bese la mejilla de mi bebé. - Iré a ver cómo va la comida. - Yo Asentí. Al voltearme la mirada de todos está puesta en mi.

- El es mi... Hijo, Marcus. - La cara de muchos era de sorpresa y de otros era intriga. - Es adoptado. - Todos siguieron con lo suyo y yo salí al patio para que no agobiar a Marcus con tantas personas. Detrás mío salió Monroe, lo sé por su olor.

- Así que... ¿Tienes un hijo? - Yo Asentí. - Oye, allí dentro habían dos tipos que me mataban con la mirada por estar hablando contigo... - Lo mire con burla.

- Si, lo sé. Uno es mi mate y otro mi ex mate. - El me miró con los ojos abiertos como platos.

- ¿Cómo le haces para estar tan tranquila? - Yo reí y negué.

- ¿Te soy sincera? Ni yo sé cómo estoy tan tranquila. - El negó con la cabeza y con un gesto me pidió cargar a Marcus, a lo cual accedí.

RECHAZADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora