RECHAZADA.

Cap. 2

Yo seguí caminando como si nada hubiera pasado. Llegué a la cafetería y sentí un aroma a menta y chocolate. Alguien me agarró de la cintura y me saco de la cafetería, los pasillos estaban vacíos,me di media vuelta y estaba Joshua uno de los tantos que me había hecho daño todos estos años, el me miró sorprendido, se dio cuenta de quien soy. Me tomo de la muñeca y me llevo a la cafetería y me soltó. Todos se quedaron callados.

-Yo Joshua Whitemoon Alfa de la manada White Moon te rechazó a ti Skyler Monterrey Omega de mi manada como mate y compañera de vida- yo reí con cinismo no estaba dispuesta a aceptar ninguna humillación más, el me miró también sorprendido, no se lo esperaba.

-¿Omega?¿Enserio?- reí una vez más con sarcasmo- Yo Skyler Blackmoon Alfa de la manada Black Moon y descendiente de la diosa luna, te rechazó a ti Joshua Whitemoon Alfa de la manada White Moon como mate y compañero de vida- todos y cuando digo todos es todos estaban con los ojos como platos y realmente sorprendidos.- De todas formas nunca estarás a la altura de un Blackmoon.- Salí de la cafetería con una sonrisa triunfante y camine al estacionamiento. Llegué y me monté en la moto.

-¡Skyler!¡espera!- grito Joshua.

-¿Qué quieres?¿Acaso te quieres humillar más?- dije sería.

-Escuchame, lo siento¿si? Fui un tonto todos estos años. Por favor perdóname- dijo mirándome a los ojos con remordimiento.

-Ya es demasiado tarde para pedir disculpas- dije colocándome el casco y arrancando la moto. Salí del estacionamiento rumbo a mi casa.

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Entre a casa y todo estaba desordenado. Recorrí toda la casa hasta llegar a su habitación. Abrí la puerta lentamente, un escalofrío recorrió la columna, sentí como mi alma salia de mi cuerpo, lagrimas se acumularon en mis ojos y las ganas de vomitar no tardaron en aparecer. Corrí al baño y expulse todo, me arrastre hasta la habitación y solté un grito desgarrador.

Sus dos cuerpos tirados en el suelo, rodeados de sangre... Decapitados. 

Llore, no se cuanto tiempo paso, pero me pude tranquilizar lo suficiente como para llamar a Lu.

Llamada.

-¿Hola?- su voz sonaba confundida.

-Lu.- Salio en apenas un susurro.- Te necesito.- Otro apenas auditible susurro.

Fin de la llamada.

No paso mucho tiempo, cuando Lu estaba abrazándome, compartiendo mi dolor y llorando sobre mi hombro. Yo solo miraba la escena, sin poder creerlo aun.

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-¿Estas segura de esto? Mira que mi madre estaría encantada de recibirte en casa.- Sonreí débilmente y asentí.

-No te preocupes, estaré bien. Puedes irme a visitar cuando quieras, o vendré yo.- Asintió no muy convencida.

Hace una semana que mis padres fueron asesinados, su entierro fue hace tres horas, y yo estoy aquí, sin consciencia de nada, pero segura de mis decisiones. Me iría a mi manada, los únicos que me ataban a este lugar ya no están, no tiene caso seguir aquí, recordando.