Cap. 6

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Desperté al sentir una intensa mirada en mi, me talle los ojos y me estiré. Mire al causante de mi despertar y me encontré con Christian, ¿quién sino? 

- ¿Qué ocurre? - Mi voz salió un poco ronca, debido a mi reciente despertar. 

-N-nada, ¿qué es eso? - Señalo al pequeño Marcus quien duerme plácidamente. 

- Es... mi hijo. - Una broma no le hace mal a nadie ¿cierto? Su cara es todo un poema. 

- Skyler, no es gracioso, ¿quién es? - Mi carcajada inundo toda la sala.

- Es broma, no es mi hijo. Es el hermano de mi mejor amiga. Hablando de eso, debo ir a verla. - Tome al pequeño en mis brazos con cuidado y camine escaleras arriba hacia mi habitación. Al entrar encontré a Lu sentada en la cama con la mirada perdida en algún punto de la pared. -Hola...- Susurré, ella me miro y sus ojos se llenaron de lagrimas. Rápidamente me acerque, deje al Marcus en mi cama y la abrace. Sus lagrimas no tardaron en salir y la habitación se lleno de sus sollozos. Sobe su espalda hasta que la última lagrima salió. -Todo va a estar bien. - Me separe y la mire directo a los ojos. Con mis pulgares retiré sus lagrimas. 

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Hace una semana que Lu esta con nosotros. Todo el tiempo tiene la mirada perdida mirando un punto fijo, y sus ojos están vacíos, me duele en el alma verla así, ella siempre fue risueña y alegre. Del pequeño Marcus me encargué yo, con la ayuda de Marlen. De Christian no hay mucho que decir, la mayor parte del día la pasa fuera.

Mecí al Marcus en mis brazos mientras le daba de su biberón, le quite los gases y lo dormí, luego lo deje en la cuna portátil a un lado de mi escritorio para terminar con mi trabajo. Les puedo asegurar que cuidar un bebe y encargarse de una manada a la vez no es tarea fácil. 

Termine de revisar los últimos papeles dando un suspiro de cansancio. Miré por el ventanal que da a la manada como el sol se comienza a ocultar en el horizonte. LA puerta de mi despacho es abierta de golpe y por ella entra una asustada Marlen.

-Nana, ¿qué ocurre? - Se la ve agitada, como si hubiera corrido.

- Se trata de la niña Lu. - Me levante de golpe de mi asiento. 

- ¿Qué con ella? - Me miro asustada y salió corriendo de mi despacho. Tome a Marcus y corrí tras de Marlen. Ella se metió en la habitación de Lu, la seguí hasta el baño para ver horrorizada la escena. Lu se encuentra bajo el agua, sus labios están morados y su piel mucho más blanca de lo normal. Le di a Marcus a nana y le dije que se lo llevara, saque a Lu del agua y comencé a hacerle compresiones en el pecho, luego a darle respiración boca a boca.

-Vamos Lu, no me puedes dejar. - Mi vista se torno borrosa y mis manos comenzaron a temblar, seguí haciéndole R.C.P. - No, Lu, por favor, no me dejes tu también. - Mis lagrimas cayeron como cascadas por mis mejillas. Aumente la velocidad de las compresiones pero unos brazos fuertes me separaron del cuerpo de Lu. - ¡Déjame! ¡Ella no me puede dejar! - Vi como unos médicos tomaban el cuerpo de Lu y lo subían a una camilla. 

- ¡Todavía tiene pulso! ¡Debemos ir ahora mismo al hospital! - A pesar de escuchar esas palabras no podía dejar de llorar, la opresión en mi pecho disminuyo a penas. Todos se fueron de la habitación pero yo seguía con la mirada perdida viendo a la pared y con los brazos todavía rodeándome, se perfectamente de quien son, y no me molesta, es más, me agrada. 

- Ella va a estar bien. - Me separe de el rápidamente.

- ¡No mientas! - Mis lagrimas seguían cayendo sin cesar. - No lo hagas... - El se quedo cayado. Pase mis manos por mi pelo y salí de la habitación. En la cocina me encontré con Marlen. - Voy a ir al hospital nana, no se a que hora vuelva. Cuida de Marcus por mi, por favor. Nos vemos. - Salí de casa y me fui al hospital, no fue difícil de encontrar ya que hay uno solo en toda la manada. Mis lagrimas no cesaban, por mucho que quisiera en todo el camino me la pase llorando. 

RECHAZADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora