Cap. 9

7.6K 453 31
                                    


Marcus no ha parado de llorar en toda la noche, algo le molesta pero no sé que es. Mi experiencia con bebés es nula y me estoy comenzando a desesperar. Nunca me gusto escuchar un bebé o un niño llorar y mucho menos verlo haciéndolo.

En un arranque de desespero me teletransporte hasta el hospital de la manada con Marcus en mis brazos. El llegar las enfermeras corrieron hasta mi y me lo arrebataron de los brazos.

Odio el hospital con toda mi alma. Me trae recuerdos dolorosos de no hace tanto tiempo.

- Alfa. - Me levanté de la silla de un salto y me acerque al médico.

- ¿Que tiene mi bebé? - El me dió una tranquila. Solté un suspiro.

- Solo tiene gases. Con algunos ejercicios y estás gotitas cada seis horas se iran.. No sé preocupe, está bien. - Le sonreí agradecida, tome las gotitas y lo busque por los pasillos siguiendo su olor.

Entre en una habitación y lo encontré en una cunita de cristal con sábanas blancas, típico de hospitales, a un lado de él hay una enfermera. Me acerque y lo tome en brazos.

- Hola bebe, ¿Te encuentras bien? - Con mi dedo índice le toque la punta de la nariz y el sonrió. - Lo tomaré como un si. ¿Vamos a casa? - Otra vez sonrió, causando la misma reacción por mi parte. Me despedí de la enfermera y ella me dió una sonrisa. Con un movimiento de manos nuevamente estábamos en mi habitación.

Mecí a Marcus y poco a poco cerró los ojos. Bostezo y se acurrucó en mis brazos. Los acosté en su cuna, a un lado de mi cama. La puerta se abrió de golpe, no voltee, por el olor se quién es, Christian.

- ¿Qué necesitas? - Acaricie la mejilla de Marcus.

- ¿Quisieras dejar de esquivarme? - Es cierto, desde lo que paso hace unos días en la cosina lo e esquivado por completo. Hemos hablado únicamente sobre la manada. Cuando el quería tocar el tema yo me excusaba y me iba o lo ignoraba. Pero mi orgullo es más grande. Suspire.

- No lo hago.

De hecho si lo hago. Desde lo que paso hace unos días en la cosina lo e esquivado por completo. Hemos hablado únicamente sobre la manada. Cuando el quería tocar el tema yo me excusaba y me iba, o lo ignoraba.

- Si lo haces. - Se acercó a mi. - Mírame. - No lo hice, sigo de espaldas a él. - Sky... - me advirtió. - Skyler. - Me tomo del brazo y me volteo.

Lleve mi dedo a mi boca en señal de silencio. Lo empuje hacia atrás hasta la puerta y cerré detrás de mi.

- ¿Que rayos quieres? - No dijo nada, solo me miró. Más bien a mis labios. - Alto ahí vaquero. Alejate. - Puse mi mano en su pecho. Un escalofrío me recorrió la espalda.

- No decías lo mismo la otra noche. - Un leve rubor subió a mis mejillas.

- Yo... Debo... Debo hacer algo. - Intenté huir pero me tomo de la muñeca.

- No huyas. Sabe que debemos hablar. - Suspiré y lo mire a los ojos.

- No hay nada que hablar, tu pronto encontrarás a tu mate y por más que haiga "algo" entre nosotros ella se interpondrá y yo no quiero salir herida. - Las palabras salieron solas, pero son la pura verdad. Se quedó callado con la mirada desviada. Me solté de su agarre y me aleje de él.

Entre en la cosina, estaba apunto de abrir la nevera cuando me voltean bruscamente. Christian pega sus labios desesperadamente con los míos, unas extrañas cosquillas aparecieron en mi estomago. Me elevó del suelo provocando que me aferre a su cintura con mis piernas y me apoyo contra la nevera. Acaricio mis muslos y comenzó a subir sus manos.

Reaccione, no sé cómo, pero lo hice. Lo separé de mi y sin mirarlo corri hasta encerrarme en mi habitación.

¿Qué trata de hacer? ¿Jugar con mis sentimientos? ¿Dañarme? ¡Joder! Me siento tan impotente. El solo me quiere para un rato, el no siente nada por mi. Se me tiene que grabar en la cabeza. No puedo permitirme sentir nada por el y salir dañada.

Lo odio, lo odio, ¡Lo odio!

Por más que me lo repita ni yo me lo creo. ¿Son una estúpida? ¿Porque me produce esas famosas "mariposas"?

Es una maldito mujeriego, ¿Que hacen lo mujeriego? Te usan por una noche. ¿Que tengo que hacer? Alejarme de Christian. ¿Cómo lo hago? No lo sé...

Por la diosa, esto es muy complicado. Es frustrante no saber lo que me sucede... ¿Y si me está empezando a gustar? ¡Mierda! ¡No! No quiero salir lastimada... Esto es demasiado para mí.

De solo pensar en el, en sus manos recorriendo mi piel y quemandome a su paso...

¡Joder! Debo olvidarlo ¡Pero ya!

Narra Christian.

La vi corre y la seguí, pero cerró la puerta de su habitación en mis narices. Una molestia se instalo en mi pecho. ¿Que me ocurre? ¿Porque la bese? ¿Porque la seguí? Ella tiene razón, no puedo jugar asi con ella. No lo merece. Soy un idiota. Un auténtico idiota.

Me metí en mi cuarto dando un portazo. Siento mis labios arder por el beso, pase mis dedos por ellos. ¡Joder! La sensación de sus labios sobre los míos no desaparecen. Esto es una mierda.

Odio sentir esto, ¡Lo odio! Esas cosquillas en el estómago cuando la siento cerca. Esa exitacion que solo ella me produce con un beso ¡Un simple beso! Odio que ella tenga tanto control sobre mi con esa sonrisa que te lleva a las estrellas de solo verla, esos ojos que intentan ver más allá de lo que muestras, ese olor tan adictivo y esa figura tan sensual. Quisiera odiarla, no desearla, alejarla de mi... Pero es imposible. ¡Odio este puto sentimiento!

Odio ese dolor en el pecho cuando ella me rechaza, odio no poder verla feliz todos los días, odio lo que me produce, odio que tenga el poder de destruirme.

No puedo seguir así. Yo no quiero una mate... La quiero a ella.

====================================

¡Hola! ¿Cómo están?

Les quería agradecer el apoyo que le están dando a mi historia. Es inspirador para mí a seguir escribiendo, no tengo palabra para describir lo feliz que me hace...

Sin más que decir... ¡Hasta el próximo capítulo!

Bye.

RECHAZADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora