capitulo 4:

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Capitulo 4:

-Kanai, debo irme,-me dijo suave y mirándome a los ojos temblorosos.-pero como dijo Aite, no estarás sola, yo estaré cuidando de ti, dese el cielo, ahora sabrás en donde me puedes ver siempre, pondré mi luz como todos los normales seres de luz, a la vista humana.-

-wou, si estás loco amigo. Eso no te lo va permitir tu padre, tú eres de la realeza, eso es para...-

-lo sé, y no me importa, lo hare por ella. Si no ¿Cómo sabrá que no está sola?-

-no te preocupes por mi Jiki, yo se que estás ahí, aunque no te pueda ver. Sé que me cuidas.-dije, calmándolo, intentando evitar otra pequeña discusión con Higure.-

-pero lo hare, no te preocupes, enserio. Lo hago con gusto.-

-oye Jiki, debería irme, para que hablen mas tranquilamente. ¿Qué te parece?, luego me alcanzas.-

-pues… ¿que te parece a ti Kanai?-

-o no, por mí está muy bien.

-Bueno, me retiro -dijo Higure, desvaneciéndose en el viento en pequeñas partes, muy brillantes. Como pequeños diamantes negros.-oye Jiki, trata de no asustarla más, que son muchas cosas para un humano, y además, el que alguien que ella nunca había visto, le diga que la ama, es aun más raro.- casi desvanecido por completo- te espero. Señorita hasta luego. –Inclinó la cabeza dirigiéndose a mí, antes de desaparecer por completo.-

Pasamos unos minutos muy incómodos, con miradas cruzadas que, cuando estaba Higure, no eran tan incomodas, hasta que por fin se animó a decir algo.

-oye Kanai, dime, ¿no te preocupaste cuando te dijo “te amo” alguien que no conocías?-dijo como algo divertido.-

-pues solo un poco.-dije tratando de no sonar tan impresionada.-

-¿enserio?, mm, pues a mí me puso a pensar lo que dijo Higure, es cierto. Este no hera el momento para decirlo. Nunca me habías visto, y es la primera vez que te veo tan de cerca, no está bien, pero la ocasión hizo que pasara.-me sonrió lindamente.-

-pero disculpa, dime, ¿enserio no me habías visto nunca tan de cercas?, pues no estoy tan segura de que sea la primera vez que te veo…-

-¿Qué? ¿Enserio?, pero no lo creo, tú y yo…-

Nuestra charla fue interrumpida por un estallido que se oyó en el pueblo, o cerca de él al menos.

-¿que fue eso?, se oyó muy fuerte.-

-debo ir a ver.-dijo Jiki con preocupación en el rostro.- puede ser Aite, el fue hacia esa dirección.-

Me levanto en sus brazos, no podía dejar de sentir esas mariposas en mi panza, aunque no era momento para eso, no podía hacerlo… que bella sensación.

Llegamos muy rápido  me bajo al mirar una enorme llama que cubría la parte sur de mi pueblo Hito, la parte de la gente más pobre. Mi mente creo mil escenas de dolor y angustia. Esa gente que solo podía sostener sus propios pies.

Mis lágrimas brotaron como algo tan simple de sentir. ¿Por qué?

-si no llego a tiempo podría pasar algo mas, espera aquí.-corrió rápido a el fuego y solo observe desde la cima alta en que me dejo como el fuego se extinguía por polvo blanco que se elevo tan alto como para que yo lo pudiera ver desde donde estaba. Pero que estaba pasando ahí, espero que esto no cause gran conmoción, ya que este pueblo es tan chismoso como un lugar de mercadeó.

Me quedé quieta como el me dijo. Lo espere. Me recargué en el pie de un árbol.  Pero llegó un momento en el que mis ojos comenzaron a caer desfalleciéndose en lo templado de la obscuridad y la pequeña luz de luna que lograba iluminar mi cabello me arrulló con delicadeza.

chikara no ai (el poder del amor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora