chikara no ai (el poder del amor)

capitulo 5:

Capitulo 5:

Veía su cara tan triste, pero al no poder ver la mía no podría asegurarme que yo no estaba igual-…gracias, totalmente la muerte de mi padre no fue tu culpa. Fue la mía, tal vez si no hubiera insistido tanto en acompañarlo, tal vez hubiera podido concentrarse en salvarse él a sí mismo, no a mi… o quizá no hubiera ido, siempre he pensado en eso, -solté un llanto silencioso al que estaba acostumbrada siempre al hablar sobre ello, que, normalmente era conmigo misma-  pero ¿realmente no ayudo mucho con eso verdad?-me miro apenado, no podía adivinar lo que pensaba con su mirada tan insegura-.

-aah, disculpa- dijo suave y apenado-no quería hacerte esto, no quería recordarte algo...-

-no te preocupes, siempre pasa- hice una sonrisa aún con lágrimas cayendo por mis mejillas-.

-disculpa- se acercó a mí con ojos tristes, y…me beso la mejilla, tan suave con sus labios rosas. Como debía de ser me puse como una manzana, me quede quieta hasta que se retiro de mi mejilla después de cinco segundos, y yo sin dejar de mirar fijamente el suelo frente a mí con unos ojos grandes de sorpresa, ¿quién se esperaría algo como esto? Cielos.

Y de repente, tan inapropiadamente, llegó Higure, apareciendo de la nada.

-¡hermano, debemos irnos ahora!-

-tranquilo-dijo Jiki- ¿qué pasa?

-tu padre, te busca. Ha buscado ya casi en todos los lugares del reino. Solo quedan algunos lugares que podrían salvarte la vida. A ambos.-dijo un  tanto preocupado, pero nunca dejando su tono serio y de suspenso bajo esa capucha que casi no dejaba ver su rostro.

- está bien, ya lo esperaba- dijo Jiki en tono preocupado pero sin ganas de irse- creo que esto se necesita, Kanai, no se te olvide que yo te veré por la estrella más cercana, nunca te dejare de cuidar, pero tambien ten precaución con aite, es esta por aquí. Por favor solo permíteme llevarte a tu casa, parece que te llevamos muy lejos…-

-está bien, no te preocupes, me preocupa más la verdad… el no poder volverte a ver.-de repente esas palabras salieron de mi boca disparadas directo de mis pensamientos, que lograron una mirada cálida de los ojos de Jiki.-

-no te preocupes, te volveré a ver, porque quiero verte así de nuevo, no solo desde arriba. Hasta muy pronto.-  se comenzó a desvanecer en pequeñas luces como diamantes blancos-

 No pensé en el largo camino que debía recorrer en medio de la noche y casi completamente a oscuras, que debí hacer… solo preferí quedarme a dormir junto al árbol en el que me había enamorado de la persona indicada, al fin lo había encontrado, y me sentía como si esto fuera mi salvación, pues estaba segura que lo era.

Mis ojos se cerraron lentamente, pues la noche era cálida, a pesar de que yo solo tenía puesto un largo camisón y estaba descalza, a decir verdad con los pies un poco lastimados, pues había vivido la parte más importante de mi vida descalza, y eso no Hera algo que yo esperara, comencé a caer rendida ante las enormes raíces del árbol que parecía arroparme con su madera, en forma de los brazos de una madre… mi sueño se empezó a revelar, con la voz de un hombre joven …

-“en medio de la noche, así como así, deja a la señorita que menciono su amor. ¿Que fácil verdad?, y yo muriendo por cargarte en mis brazos a tu casa.” -

-Cállate.-dije en un grito, que yo oí como real, a diferencia de la voz del joven.-

-“usted podrías creer tales palabras después de que la dejan sola en la montaña a la orilla del pueblo”-

-no es de tu incumbencia, déjame en paz por favor.-

-“ah, entonces ya crees que soy real hee”.-

-¿real? No, no lo eres.-

-“enserio, mm, pues deja que lo demuestre.”- de pronto sentí un pequeño rosón en mi brazo como si se tratara de una briza helada, lo cual me hiso saltar de un escalofrio.

Desperté exaltada tanto que me senté de la fuerza que hice para alejar el frio de mí, con los ojos medios borrosos justo sobre… ¿mi cama? Como llegué aquí, pregunte.-

-¡Kanai¡, ¡despierta ya¡,- entro mi madre por la puerta de forma apresurada, con un vestido hermoso en sus manos, blanco con encajes  negros, hermoso, y ella vestida con otro igual de bello, color morado que le iba bastante bien.- levántate ya niña, hay algo que te va a encantar.- deja el vestido en mi cama y camina rápida a salir.- vístete en diez minutos y baja rápido.- sale cerrando la puerta fuerte.-

Ahora que mas podrí ser, ya nada podría hacerme más feliz que lo que paso en la noche anterior, nada…

Me cambie a pesar de que en realidad quería dormir ya que no había dormido nada la noche anterior, y si tal y como pensé, el vestido hera hermoso, pero me asustaba un poco el pensar que clase de sorpresa era, ya que mi madre solo daba sorpresas en tanto fuera algún beneficio para su situación económica y mi cumple años, y no era mi cumple años.

Baje rápido, pues se habían pasado ya los diez minutos.

-Kanai rápido solo te peinare un poco, ben rápido.- esto era cada vez mas sospechoso, traté de no alarmarme y deje que me peinara.

Subimos a un caballo y observe que había mucha gente que se dirigía a Shi  la capital, el camino tan largo y el clima tan cálido no me dejaron mantener los ojos abiertos con el sueño que se acumulo en mis parpados. Abrasé a mi madre por la cintura y me quedé profundamente hundida en mi sueño, en un vacio.