-aun sigue sonando extraño todo esto, pero realmente interesante.-dije haciéndome sonar extraña.
-Kanai, creo que deberías preocuparte más por lo que te acabo de decir. Ahora Aité sabe en donde estas. Te llevaré conmigo para cuidarte.
-pero Jiki está cuidando de mi.
-¿en dónde estaba Jiki cuando estaba Oji a punto de llevarte?- tenía razón pero realmente no quería dejar mi ilusión con Jiki.-yo estaba ahí hasta cuando el demonio mas extraño te acosó.
-eso… suena extraño.
-tu igual.
-¿cuando me empezaste a hablar con tanta confianza y por mi nombre?- dije extrañada ante su confianza.
-cuando tú lo hiciste.- es verdad. Es algo realmente curioso como la platica me dejo la facilidad de hablarle con tanta confianza. Parece que sería muy lindo conocer a este chico más.
Sonreí sintiendo el ambiente que se había formado, de confianza. Me había contado muchas cosas que me han sacado de dudas. Se que puedo confiar e él. Pero también parece que no le agrada Jiki, y eso me desconcierta.-disculpa. Creo que sería mejor que fuésemos a descansar por ahora. Es muy tarde, además hemos pasado por muchas cosas…bueno yo.
-si, no te preocupes. En realidad yo no necesito descansar. No soy como un humano.-dijo despreocupado. Y yo que le había dejado mi cuarto.
-oh, bueno. Está bien. Entonces igualmente dormiré con mi madre para dejar mi cuarto a tu disposición. Descansa.
Me levanté y me dirigí con mi madre. Esta noche tal vez duerma muy bien por lo cansado del día. Pero igualmente preocupada por Jiki, y claro, mi futuro. Realmente ¿Qué pasará conmigo? Ya era difícil antes de que los demonios supieran de mi ubicación., ¿cómo podría mantenerme cuerda para no meterme en problemas y proteger a mi madre?
Igual, esta noche no quería pensar mucho en ello. Realmente hacia falta descansar mi mente.
Esa noche de verdad, no descansé. Aunque no es que me disgustara soñar y pensar en el futuro que me esperaba.
Pero mi cabeza no logró relajarse.
En la mañana decidí no seguir presionando mi sueño. Me levante, aunque a las 5:00 am no parecía razonable.
Me vestí con un vestido blanco y unos zapatos bajos. Solo me coloqué una diadema azul. Y parecía que ya estaba lista para lo que viniese.
Saliendo de la habitación decidí echar un vistazo a Viento. Que probablemente no durmió.
¿Pero como es que no ocupa dormir?
Abrí lentamente la puerta y, mi sorpresa fue, verlo dormido profundamente abrazando mi ancha almohada. Según lo que me dijo ayer, no debería estar dormido. Pero me parece mejor, que saber que estaría aburrido solo en la noche.
Cerré la puerta. Es mejor que duerma más. Tal vez no lo había echo nunca…y de verdad es algo recuperador.
En la sala, no sabía si salir a intentar ver a Jiki en los cielos, o quedarme segura en casa. Para que arriesgar que algún personaje me encontrase en plena madrugada.
-*toc toc Kanai.*
Escuché, lo que me hizo sobresaltar. Sonó a alguien hablando en mi cabeza.
-*¿Ya olvidaste que soy real? Cuanto buscando por ti… cuanto desperdicio para que seas tan ingenua.*
-estoy segura que eres real… es solo que no quiero hablar con nada que me meta en problemas. Se que eres real, pero tal vez un demonio. Así que aléjate.
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chikara no ai (el poder del amor)
Ficción históricaUna chica que toda su vida buscaba ser diferente al montón, rechazaba una vida normal como ama de casa simple, llego a su vida el chico mas especial que tanto había buscado, con el que creara algo mas poderoso. Sus nombres te dejan aprender mas sobr...