Capitulo 7:

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Mi corazón no dejaba de latir a un ritmo acelerado. Pero que podría hacer yo. Jiki tal vez no podría regresar así como así para salvarme tan rápido.

El tal vez tenía sus propios problemas. Y aun peores.

Mi cuerpo solo pudo reaccionar quedándose lo más quieto posible para no ser notada tan fácil. Los pasos estaban al filo de llegar a un punto de mostrar los pies que causaba aquel sonido que me estremecía. Pero a unos segundos de mostrarse… todo a mí alrededor se movió como si nada hubiera pasado. Todos hablaban, convivían y yo simplemente no podía dejar de estar alterada. Mi corazón lo sentía en mis oídos, mis manos cerradas en puños no soltaban la tela de mi vestido. No fue hasta que mi madre me hablo casi en silencio y molesta…

-Kanai, suelta eso. Lo vas a arruinar.-dijo haciéndose oír un zumbido y miré su cara yo con ojos muy abiertos pero disimulando lo mas  que pude mi miedo. Bajó mis manos rápido para que nadie viera el acto. Parecía molesta, pero yo mas alterada. Al cabo de algunos segundos, al fin puse en calma mis pensamientos, cuando, las trompetas reales se hicieron oír y un hombre apresurado y algo alterado corrió despacio tratando de sonreír a alguien a quien no lograba ver entre tanta multitud, se inclinó hacia la dirección  en la que… ¡es cierto! En donde estaba el ruido de aquel hombre con bi-personalidad.

-su majestad, el príncipe Oji,- dijo el elegante hombre con tono alto y tratando de no sonar tan agitado. La música de baile no se hiso esperar, y toda la gente formo una rueda de forma inconsciente con cierta distancia a él. Aunque real mente no lo veía solo se notaba que algo pasaría.

Entonces recordé, es cierto que la voz extraña hablo algo sobre ser o no ser el príncipe. Eso significa que, tal vez el no sea el verdadero príncipe. O que, esté poseído… ahora sí que me había puesto mal de la cabeza. Poseído… pero, bueno esa idea no sonaba tan loca después de todo lo que había visto ya. Además realmente oí que hablaba sobre él.

*es un demonio* vino a mi cabeza, pero con una voz que resonaba, y no era la mía. Es verdad, también mencionó que era mitad… oni. *no te preocupes, aquí estaré. Te daré instrucciones si pasa algo, pero de preferencia no te acerques a él. Parece que busca algo de ti.* - ¿quién eres?- pregunté en voz baja y dudosa sin saber si realmente recibiría respuesta. Quedó en silencio mi mente por un momento, alejándome y tratando de no escuchar los sonidos de la música y gritos de emoción de algunas chicas. Entonces…*soy alguien que desea protegerte* dijo la voz. Pensé tal vez… ¡Jiki lo había mandado para cuidar de mí!  *no te acerques a él. De verdad no es lo que parece. Es una alma que en un principio compartió su cuerpo con un demonio, pero después, el demonio lo traicionó, quedándose con todo el cuerpo. Después, otro demonio de alto rango lo ha estado ayudando a hacer tareas de los jefes  con el poder del cuerpo que robó, quedándose ahora con la mitad del cuerpo que el demonio peón había robado en un principio. Es una verdadera historia de traición.* explico la voz sonando algo deprimida.  Pero antes de que pudiera pedir más explicaciones  lo mire entre el gentío, al que supuse era el príncipe. A decir verdad no parecía un demonio, por más que lo examinase era demasiado brillante. Con cabello miel, ojos negro profundo, y piel pálida casi papel. Al ver lo pálido que era, me hiso pensar que la explicación era verdad, pues se había quedado sin su alma humana. Pero aun así era muy brillante. El chico se quedo parado un momento en el sitio en el que estaba, un lugar que me dejaba examinarlo bien, miraba que traía un elegante traje blanco, con zapatos también blancos que realmente hacían resaltar el color de sus ojos negros como un vacio, y una gabardina negra. 

Y al acercarse una chica, al parecer con la intención de que él la invitara a bailar, fue cuando me di cuenta,  estaba buscando pareja para bailar. Aunque realmente estaba hasta atrás de la multitud me daba un poco de miedo de que me mirara y se acercara a mí. Aunque estaba en un lugar muy oculto, decidí  dar algunos pasos atrás para asegurarme. Cuando pise a alguien con mis molestos tacones.

chikara no ai (el poder del amor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora