Capítulo 2

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Ayer llegué muy tarde a mi casa, todo por no encontrarme a Raúl, se que estoy siendo muy infantil pero me vió llorar, eso solo aumenta el hecho de que me vea como una niña.

Pero no puedo ocultarme por siempre, mi estómago no me lo permitiría, ya es la hora del almuerzo y no desayuné.

Decido bajar y veo una nota de mi madre.

Puta vida, resulta que todos salieron esta mañana, y yo como mensa sufriendo de hambre.

Como no hay nadie prefiero caminar con mi pijama, es mas cómodo, me pongo música a full volúmen y me pongo a cocinar mientras canto.

—Eso huele muy bien, ¿Me invitas?— Si había alguien en la casa, me volteo y veo a Ismael , por un momento pensé que era Raúl.

—Claro, ¿Y que haces aquí? Pensé que saliste con Raúl.

—Pues verás, Raúl y Sara son novios, no quería hacer mal tercio, por cierto, linda pijama, ¿con quién dormiste eh traviesa?—Veo mi pijama, solo es una polera de hombre, ni siquiera traigo short, bueno, no sería la primera vez que alguien me ve en paños menores.

Pero la playera es de mi hermano, solo que el no esta aquí porque se fue a estudiar a España.

—Es la playera de mi hermano, mente sucia, y entonces,¿Porqué viniste solo?

—Oh, eso explica muchas cosas, y respondiendo a tu pregunta, vine solo para conocer a canadienses ardientes— dice mientras me mira con deseo, ay, este hombre me puede violar.

—Pues no las encontrarás aqui, yo soy española igual— le digo con miedo. Pero se empieza a reír.

— Si hubieras visto tu cara— continúa riéndose — parecía que pensabas que te iba a violar—  se sigue riendo. Oh, puto Ismael.

—Cállate, mierda, mis huevos se queman— corro mientras apago la estufa.

—¡¿Eres hombre?!

— Eso no tiene sentido— sirvo los huevos y se los doy a Ismael.

— Aquí tienes los putos huevos que te faltan.

— No comeré eso, están quemados ¡no me obligarás!

— Vamos, métete esos huevos— trato de que abra su boca, pero el me agarra de los brazos y empieza a hacerme cosquillas, ¿Qué clase que jugada cruel es esta?

— Ya...basta — digo sin poder respirar de la risa. Mi pie me empieza a doler porque nos caímos.

— ¡¿Pero que mierda estáis haciendo?!— dice Raúl, ¿En qué momento llegó?, después me doy cuenta de que Ismael esta encima de mi, mi playera se subió y se ven mis bragas, yo también pensaría mal.

— Amor, dejalos, mejor no los interrumpimos— habla la rubia oxigenada.

— ¿Pero es que no ves que estan en la cocina?— nos señala— ¡Mejor consiganse un cuarto!

Tenía la pequeña esperanza de que estuviera celoso, pero solo le pica que lo hagamos en la cocina, que triste.

— Oye no es para tanto, Isma y yo solo jugábamos con sus huevos- vale, que eso tampoco sono bien, Raúl me ve sorprendido.

— agh, no esa clase de huevos— digo desesperada— ¡No es mi culpa que todos ustedes tengan mentes sexis!— grito y me voy a mi cuarto, no vaya a ser que empiecen un interrogatorio.

Ahora Raúl pensará que soy una prostituta que pasa momentos íntimos con cualquier hombre, y ni siquiera comí los huevos que preparé.

Le escribo a Diego pidiéndole que venga con las chicas, por suerte el acepta, pensé que seguiría enojado.

Consequences (AuronPlay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora