Consequences (AuronPlay)

Capítulo 4

Me pasé toda la mañana con Ismael, después del almuerzo fui a alistarme para salir con Diego, y a las 15:00 vino.

Cuando ya estamos saliendo alguien se aclara la garganta.

— ¿A dónde vas?¿Le pediste permiso a tu padre?— dice Raúl, pensé que salió con Isma o con Sara.

— Ya no soy una niña, puedo ir a donde quiera.

— No puedo dejar que vayas sola con este— señala a Diego quién lo mira cabreado — Iré con ustedes.

— Oye, conozco a Diego más que a mis padres, y además, ¿No tienes nada mejor que hacer?¿Como ir con tu novia?

— Sara fue a comprarse algunas cosas, venga déjame ir, estoy aburrido — que pesado.

— No, ¿Porqué lo haría?

— Te invitaré algo.

— uff vale— Diego me mira como pidiéndome una explicación, a lo cual me encojo de hombros. La parte pendeja de mi quiere que Raúl venga.

Nos decidimos por ir al centro comercial, y no se cómo, pero terminamos en el área de juegos, donde se baila, Raúl me convenció de bailar una cancion: Cheap Thrills.

Y tampoco se como mierdas acepté.

La verdad es que la estamos pasando genial, hasta Diego.

Raúl baila bien esta canción, yo por otra parte doy pena, no saco muchos de los pasitos. Siento cosquillas en mi estomago, o sea las típicas mariposas, cuando Raúl me toma de la mano en ciertas partes de la canción.

Cuando por fin termina la canción nos muestran la grabación de como bailamos, Diego se comienza a reír como si fuera la última vez que lo hiciera, nosotros por nuestra parte nos quedamos con cara de ¿Que ha pasado aquí?

— ¿Vamos a por un helado?— sugiere Raúl.

— Claro, los veo ahí, voy un rato al baño— dice Diego.

Nosotros nos vamos a sentar mientras lo esperamos con nuestros helados.

— Lau, bailas muy bien— me dice Raúl, nos miramos, nos reímos.

— Oye— le doy un golpe en el brazo— eso fue cruel.

— Es que me ha hecho mucha gracia tus movimientos— bromea, en venganza le embarro la cara con mi helado.

— Eh, eh— se queja mientras me hace lo mismo, jugamos un rato más con nuestros helados.

— Mira como me has dejado— le reclamo haciendo un puchero.

— No seas llorona, yo te lo quito— dice acercándose a mi, con una de sus mangas me limpia una mejilla y parte de mi boca, se detiene mientras mira mis labios.

Siento como si el mundo no girara, nos acercamos lentamente, Raúl no espera más y une sus labios con los míos.

Me besa tiernamente, sabe a helado, dulce, delicioso.

— ¿Que mierda?— Murmura Diego, nos separamos inmediatamente.

— D-diego — murmuro.

— ¿Qué te pasa?¡Te estás comportando como una puta! Besándote con alguien que tiene novia y encima mucho mayor que tú— Eso me parece exagerado, no entiendo como algunas personas siguen teniendo esos prejuicios.

— ¡Cállate!— le grita Raúl.

— ¿No vas a decir nada Lau? Creí que eras mejor que esto, me decepcionas— Diego se aleja.