Capítulo 14

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Esta semana en lo único que estuve ocupada fue en estudiar, se puede decir que ya me aceptaron en la universidad, pero todavía falta que dé mi examen de admisión, faltan un par de semanas para darlo pero quiero mantener mi mente ocupada.

Lo bueno es que está funcionando.

Bajo a la cocina por algo de comer, y escucho voces que vienen de la sala, en serio, me encanta que Thom haya decidido quedarse unos días más, pero pensé que la pasaríamos juntos, en vez de eso pasa mucho tiempo con sus amigos.

Psst, Thomy— llamo a mi hermano quien se acerca rápidamente.

— ¿Qué pasa?

— ¿Cómo que qué pasa? Hacen mucho ruido, no puedo estudiar.

— Te estresas demasiado, mejor ve y compra unas cervezas, por favor hermanita.

— Pero aún soy menor de edad.

— Venga, se que puedes.

— Bien — subo a mi habitación a cambiarme.

Cualquier cosa es mejor que escuchar lo que pasa abajo.

Me pongo un vestido muy casual y salgo de casa a caminar, ni mierda le compraré sus cervezas.

Decido ir a un parque, me siento en una banca y me pongo a escuchar música.

Una media hora mas tarde veo a muchacho sentarse en una banca al frente de la mía, me quedo viéndolo, sin discreción obviamente, la cosa es que se parece mucho a Raúl, pero no podría decirlo ya que está con gafas y la capucha puesta, además de que está agachado.

El chico se cuenta que lo estoy viendo, levanta la cabeza y se saca las gafas, ¡Joder! Si es Raúl, me mira y levanta una ceja.

Para disimular igual levanto una ceja, que vergüenza la mía.

Mueve ambas cejas, creo que quiere empezar una guerra de movimiento de cejas, por suerte yo también puedo.

Después de luchar a muerte con los mejores, y más graciosos, movimientos de cejas él guiña un ojo, rayos, ya perdí, si algo no me sale es guiñar, parece que tuviera un tic en el ojo.

Le saco la lengua y el me sonríe, que estamos haciendo, esto es muy raro.

Se levanta y se acerca a mí.

— Hola…— me saluda pero no se sienta.

— ¿Que tal?

— Todo bien.

— ¿Todo correcto?

— Y yo que me alegro— sonríe, wow, cómo extrañaba ver esa sonrisa. Nos quedamos en silencio hasta que vuelve a hablar.

— Quieres, ¿Quieres ir a caminar…?— La verdad no quisiera ir, estando cerca de él, ahora me siento incómoda, no siento ese dolor en el pecho de desamor, sólo me siento incómoda, pero tampoco quiero rechazar su invitación, sería muy grosero de mi parte.

— Bueno, vamos...— me extiende su mano, la tomo y me ayuda a levantarme.

Corrección, ahora siento ese horrible dolor en el corazón, fue como si al tocarlo todos mis sentimientos volvieran, así de golpe, lo que significa que ni siquiera estaba cerca de superarlo, sólo guardé esos sentimientos, nunca desaparecieron.

Suelto su mano y comienzo a caminar.

Se forma un silencio incómodo.

—Y ¿Cómo has estado?— dice Raúl.

— Bien…

— Me alegro— pasamos por una heladería— ¿Quieres un helado?

— Sí...estaría bien— pide dos helados y me entrega uno.

— ¿Sabes?, este helado me recuerda a nuestro primer beso, qué buenos tiempos…— mi corazón comienza a acelerarse, no sólo extrañé su sonrisa, me doy cuenta que extraño estar con él, y ahora que lo pienso bien, todo esto fue mi culpa, lo dejé por razones estúpidas, suposiciones, ni siquiera le di la oportunidad de explicarse, y aunque todo lo que pensé fuera cierto, no le dejé decírmelo, no quise escucharlo, lo menos que puedo hacer es disculparme, aunque no cambie nada entre nosotros.

— Lo siento— digo en un susurro deteniéndome, siento cómo las lágrimas quieren salir, tengo miedo, miedo de que lo nuestro esté arruinado completamente, y de paso siento culpa.

Él sólo me abraza, comienzo a llorar, no sé como tomarme este gesto, bien podría ser una reconciliación, o una despedida.

— No llores, por favor— Me abraza más fuerte, esto parece una despedida, sólo pensar en eso me hace llorar con más fuerza.

— Lo siento, lo arruiné todo, si no fuera tan tonta aún estaríamos juntos, ahora siento que todo está perdido — digo entre el llanto.

— No, perdóname tu a mi, yo te hice sentir utilizada, por favor, no digas que todo ya está perdido, por favor, vamos a intentarlo otra vez— sonrío ocultando mi rostro en su pecho, pues seguimos abrazados, ahora sólo siento paz, felicidad y mucho amor.

Me separo de él y estrello mi helado, que por cierto ya estaba derretido, contra sus labios, en honor a nuestro primer beso,  luego pongo mis brazos alrededor de su cuello y lo beso, inmediatamente me corresponde y toma mi cintura para acercarme más a él, extrañé tanto sus besos, poco me importa que estemos en medio de la calle y que cualquier persona nos pueda ver.

Si no estuvieramos en público ya lo habría hecho mio, bueno, ya me hubiera hecho suya.

Nos separamos por falta de aire.

— Ustedes son muy raros— nos volteamos y vemos a un niño de unos siete años mirándonos curiosamente, me pongo nerviosa, es un niño, no debería ver estas cosas.

— ¿Pero porqué dices eso chaval?— le responde Raúl, soy la única que se puso roja.

— Son más grandes que yo y se ensucian más— dice el niño con su vocecita tan tierna.

Raúl quiere responder pero una señora se acerca corriendo hacia nosotros

— Te dije que no te alejaras de mi, hijo— la señora nos da una mirada de disculpa.

— Pero miralos mami, ¿Porqué ellos pueden jugar con helado y yo no?

— No estaban jugando, ven, vámonos— la señora se aleja llevándose al niño.

— Deberíamos ir a limpiarnos ¿No?— tiene razón, pero esto no es algo que se pueda limpiar en un baño, nos abrazamos con los helados, somos muy inteligentes.

— Si, pero no en mi casa, ya sabes, está mi hermano.

— Pues vamos a la mía, bueno, donde vivo por ahora.

— Esta bien— pone un brazo sobre mis hombros y nos dijimos al hotel.

Vamos caminando porque no es muy lejos, aunque ya es un poco tarde, está oscureciendo.

Nos quedamos en silencio otra vez, pero no un silencio incómodo, sólo estamos disfrutando la cercanía del otro.

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Regálenme  una estrellita xd

Consequences (AuronPlay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora