Una inusual pareja

9.-Aniversario.

Ya casi cumplían seis meses saliendo, y todos habían sido planificados por el ruso, no por el nipón.

Yuuri se había dado cuenta que últimamente, el peliplata estaba hundido mucho en su trabajo, tanto que dormía hasta tarde y comía poco. Siempre le decía que había un cliente que era de suma importancia para la empresa, y no se podían dar el lujo perder a alguien tan valioso.

Entonces él planificaría este aniversario.

Aunque parecía no recordarlos, él contaba siempre los días que se acercaban al dichoso día.

-Yuri, dame ideas para un aniversario-le salió de la nada cuando se encontraba en la casa de Yura, un amigo de otra pandilla.

-¡¿QUÉ?!-escupió el jugo que bebía, de una manera cómica-¡¿QUÉ TE HACE PENSAR QUE YO SÉ?!-miró hacia su amigo.

-Solo supongo, ya que llevas unos meses junto a esa chica-suspiró-. Creí que sabías de ese tema-.

-En primera, es una amiga-dijo ruborizado-. Y en segunda, no, yo no doy esas cosas-.

-Vaya, y yo que creía que eras gay-rió.

-¡¿Qué te hace pensar en eso?! No soy como tú-.

-Anda Yuri, únete al lado oscuro-miró con picardía a su amigo.-. No es tan malo como parese-.

-Vete a la mierda cerdo-se levantó de su lugar y fué al baño, escuchando detrás de él risas del azabache.

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Bueno, ahora sabía que no podía contar con él, solo faltaba pensar. Ya había hablado con Otabek, pero también le había dicho que no sabía de esas cosas.

En la noche, divagaba por medio de internet, viendo algunas ideas que podía hacer para su aniversario, pero todo seguía en bucle. La mayoría eran clichés, y él no le gustaría que Viktor recordara algo cliché, sino algo único.

-¿Qué tal si desaparezco a alguien que odia?-pensó-No, seguro Viktor se enojará, ¿qué otra cosa podría hacer?-.

La idea llegó ante sus ojos.

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El día tan aclamado llegó, Yuuri se encontraba nervioso y era algo nuevo para él. Era el maestro de la actualización, su cuerpo y ser entraban al papel que decidía tener, por cosas del trabajo, pero esto no eran cosas del trabajo.

Viktor seguía dormido, pues al fin su empresa había tenido un contrato con tan valioso cliente, y por fin podía dormir las horas que se merecía.

-Realmente trabajó mucho-acarició lentamente la cabeza de su pareja, disfrutando sus sedosas hebras y su relajada facción.

Miró hacia el reloj que reposaba el la mesita de noche, ya eran las 10:45 am, hora en la que sin duda alguna tenía que despertar al peliplata, sino llegaría tarde al trabajo, aunque realmente no quería.

Se agachó hacia su rostro y besó la mejilla derecha del ruso, luego susurrando en sus oídos que llegaría tarde, parando así sus ligeros ronquidos.

-Buenos días Yuuri-bostezó-. ¿Qué hora es?-restregó sus ojos con su diestra, para luego besar la frente del nipón.

-Ya van a dar las 11:00, así que levántate-salió de las suaves mantas y se dirigió hacia la cosina.

-Yuuri trama algo-sonrió y se levantó, para luego estirarse y dirigirse al baño.

Salió y se dirigió a la cosina, viendo a Yuuri poniendo platos sobre la mesa con su respectivo desayuno.

Se sentaron y comieron, hablando del día y de que había soñado el peliplata.

-Viktor-llamó Yuuri nervioso-. Hay algo que quiero darte-.

-¿Uhm?-miró perplejo al quien lo llamó-¿Qué es?-.

-Yo... Quiero decirte que...-no sabía que decir, pues él no era el tipo de persona que decía algo a sus sentimientos. Así que simplemente agarró la mano del ruso y le puso un anillo dorado-Eres la persona más importante para mí en estos momentos, yo... t-te agradezco todo lo que me has dado, y yo...-.

-Yuuri-agarró las manos del nipón, quien se puso más nervioso-. Gracias-soltó sus manos y lo cargó, para luego dar giros-. Realmente te amo-.

Yuuri moría de vergüenza.

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Viktor saca el lado más dulce de Yuuri :')
Aunque esta historia la había hecho mucho antes que saliera Banana Fish, me recuerda a ellos jajaja x"D