Capítulo 8: Alfas cretinos vs. Alfas imperialistas

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Lunes 2:50 AM

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Lunes 2:50 AM

Victor ya no podía dormir más.

Algo empezaba a carcomer su cabeza de forma lenta, y no, no era remordimiento, falta de sueño, nada de eso, era algo más que lo estaba alertando.

—Tengo un mal presentimiento. ¿Es a esto a lo que llaman Deja Vú?

Victor miró el reloj, normalmente es extraño levantarse a las tres de la mañana. Dicen que a esa hora es cuando se abren puertas a otros mundos y pasan cosas. El punto es que Victor se dejaba guiar por sus instintos, los cuales nunca fallaban y a veces el ruso podía ser algo supersticioso.

El platinado se removió inquieto por esa pregunta que ronda su cabeza, pero aparte de eso, el estado adolorido que tenía lo trajo de vuelta a la realidad, en donde se encontró con su Yuuri abrazado a él, durmiendo como bebé. De verdad que el ruso se enamoraba cada vez más de su Yuuri, de cada forma que le regalaba con su presencia, no era para menos, el japonés se veía tan hermoso e inocente cuando dormía y eso llenaba el corazón de su omega de mucha ternura.

—Que tonto me siento, amor, ¿crees que lo hice bien anoche? —Masculló el omega acariciando las hebras del cabello de su amado con sus finos dedos—. Demonios, en verdad que solo duramos 15 minutos, luego media hora por el maldito nudo y ya, aun siento que me han roto el culo.

¡Biiiip! ¡Biiiip!

El sonido de un móvil a las tres de la mañana, hizo que el Victor pusiese una cara de sorpresa por las horas a las que sonaba.

¡Biiiip! ¡Biiiip! ¡Biiiip! ¡Biiiip!

El pobre ruso se sentó sobre la cama a duras penas, soltando un leve quejido por el dolor en su hermoso trasero, haciéndolo recordar el día anterior, esbozando una sonrisa de satisfacción al recordar dicho evento tan delicioso con Yuuri. Luego de dos minutos se levantó y buscó su mochila, pero se dio cuenta que no era su mochila sino la de Yuuri.

Lo pensó seriamente. Se quedó quieto mirando la mochila de Yuuri.

Sus manos sudorosas empezaron a temblar y su mente se puso totalmente en blanco. Se quedó escuchando el timbre silencioso con tal insistencia, que al principio pensó que era una alarma, pero no, no era una alarma. La curiosidad de Victor siempre terminaba por inducirlo a hacer cosas que no había hecho jamás en su vida: revisar la mochila de Yuuri, y, de paso, agarrar su celular. No es porque fuera celoso, más bien es porque el ruso era muy curioso.

«3 llamadas perdidas de Phichit Chulanont»

Leyó Victor tomando el celular en sus manos.

—¿A esta hora? No, pero, ¿qué puede ser tan urgente para interrumpir el sueño de mi amado? —Siseó Victor como una serpiente venenosa. No quería pensar mal antes de sacar conclusiones.

Dejó un momento el móvil en el escritorio y se fue a dar una ducha rápida, no reparó en lo que había pasado anoche, solo se puso una bata y se volvió a sentar, cogiendo el móvil. Hizo aquello que un novio celoso o curioso —lo que sea que el instinto mande— no debía hacer, al menos si no quería molestar a su pareja.

After High School[AU][YUUVIC][OMEGAVERSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora