Metamorphosis Psicótica [Catradora]

Capítulo 3.

Capítulo 3: Puesta en escena.
(Cambiado)

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Cuando una persona actua, puede ocurrirle dos cosas al finalizar su obra:

Ganar experiencia tras concluir, logrando hacer su objetivo de manera exitosa.
O bien, puede el papel del personaje que estaba interpretando, comérselo vivo.

El actor al terminar la obra, no debe de sentir sentimientos por absolutamente ninguna cosa relacionada con esta. "Solo un montaje más por conveniencia."

Una persona que actúa con un fin mediante cualquier tipo de situación, también puede ocurrirle alguna de estas dos alternativas.

Cuando la persona que actúa para ganar algo, sencillo o complicado, logra lo que tenía en un principio imaginado, si se comienza a replantear cosas hechas en ese proceso, es porque ya cayó en la segunda opción.

Algunos afirman que todo depende del grado de complicación que se debe emplear en la actuación y del contexto de esta. Los sentimientos son clave en todo esto. No debes emplear sentimientos por nada del mundo.

¿Por qué debe de doler de esa manera?

¿Por qué hay personas que actúan toda su vida y no tienen problema en ello?

¿Por qué unos pocos deben de caer y se les rompe la máscara con semejante facilidad?

—"La actuación es algo hermoso, pero si unos pocos han de sufrir, el arte letal de esta no debería existir."

—¿Qué es eso?

El día estaba parcialmente nublado, muy diferente al anterior pero no a como estaba la noche, la lluvia se estaba retrasando.

—Es una frase que saque de una desmotivasion en Internet - bromeo Catra y Escorpia infló las mejillas.

—Anda, qué sale en el párrafo, pensé que ya te lo habías leído, yo soy la *porra aquí.

Ambas se sentaban al lado izquierdo del salón, en la última fila junto a una ventana que le permitía a la menor observar el cielo, pese a que por estar en lengua su vista estaba únicamente en el libro, por petición de su amiga.

—Después tenemos otro ensayo..

—¡¿De nuevo?!

Con estrépito el libro de clases fue golpeado en la mesa. El maestro, de nombre Micah, un hombre alto, de pelo negro azabache (y que se le notaba tenía una resaca horrenda) apuntó a ambas con los dedos en forma de paz y las cejas fruncidas.

—Las dos, se callan o las hecho de la clase.

Unas risillas se escucharon de fondo.

—No estoy bromeando, no tengo ánimos de aguantar el desorden del curso. Él que no se calla se va.

—Típico de Catra - soltó sin más una voz femenina ya conocida y desagradable para la trigueña.

Aún estando al otro extremo de la sala debido a un encontron que acabo en castigo, un día se suspensión como extraño para la nombrada, no paraba las constantes burlas y ganas de buscarle pelea.

—Connie no me provoques - espetó, recibiendo un gesto de arañaso como respuesta ante la advertencia - ¡tu!

—Catra, callate última advertencia.

Sus ojos eran severos, pero no lo suficiente como para hacerla tragarse el reclamar lo usual: “¿Por qué solo me reta a mí?”.

¿Acaso mi apariencia hace ponerme en un nivel inferior?