sia - breathe meAndrey me había confesado su realidad, incluso cosas de su pasado que aún me costaban procesar. Y por más que intentase no colocarme nerviosa lo que me estaba diciendo, sentía que había algo más detrás de todo esto.
- ¿Y vas a un bar a reunirte con esos tipos para cerrar qué tipo de negocio? – replico levantándome del sillón.
- ¿Que no está claro? – dice molesto-. No voy a dejar que nadie más nos joda la vida.
- No suenas como a ti, ¿cómo es que te has hecho eso? – señalo la cortada en su mano y él la aleja de mí.
- Un idiota no cerro su boca, dijo estupideces que no son ciertas.
- ¿Qué ocultas que es lo que no me quieres decir por completo?
- No es nada – se aleja de allí camino a la cocina rebuscando en las botellas del mini bar.
- No me vengas con esa mierda de que no es nada. No puedes mentirme
Cierra con brusquedad el mini bar y coloca un vaso fuerte sobre la isla de la cocina.
- ¿Quieres en verdad saberlo? Pertenezco a la Bratva.
- ¿Bravta?
- La mafia más peligrosa de Rusia, con la que no todos tienen conexión.
- Pero dijiste que...
- Mentí – da un sorbo al vaso de whisky y relame sus labios-. ¿Sorprendida?
- Aterrada – retrocedo-. Te ves como un hombre diferente así, no es el Andrey que conozco.
- El Andrey de antes.. ese era el que se escondía en la oscuridad, ahora soy un hijo de perra.. o espera siempre lo fui.
- Iré a descansar – no puedo creer que ahora me esté diciendo esto, suena al Andrey irracional, y al que no escucha consejos.
Me encamino hasta la habitación y me recuesto sobre las sabanas, al poco tiempo se acuesta a mi lado y pasa sus manos por mis cabellos.
- No quise hablar de ese modo, lo siento.
- La venganza te ciega – digo mientras cierro mis ojos.
- La venganza es algo que me llena de satisfacción – lo escucho murmurar.
Para cuando despierto puedo ver que Andrey ya no está por ningún lado, ha dejado algunas cosas suyas dispersas por la habitación, empiezo a recogerlas y accidentalmente dejo caer un papel al suelo. Lo miro y veo que es una copia de cómo está organizado el bar de Alejandro.
- Dame eso – escucho que me dice cuando lo veo atravesar la habitación con una toalla de baño puesta.
- ¿Que pretendes hacer con esto?
- Victoria..
- ¡Contesta!
- No todo lo puedes saber – quita el papel de mis manos y lo guarda en una de sus chaquetas.
- Entonces no somos un matrimonio. No estas confiando en mí y ahora resultas con hombres alrededor que ni conozco.
- No confundas las cosas. Es seguridad.
- ¿De quién? ¿De quien nos proteges?
- De mí mismo.
Entonces no entiendo porque lo hace, porque ahora suena tan frío, tan distante, tan al Andrey del pasado. Me cuesta creer que aun veo algo en esos ojos verdes que me recuerdan a mi esposo.
No dice nada y se queda en la habitación cambiándose de ropa, aprovecho y salgo para desayunar algo porque ya es algo tarde. Enciendo las noticias en las cuales trasmiten un programa de preparar platos fuertes en las comidas, y pienso que podría ser bueno el retomar la cocina,al menos serviría de distracción.
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El arte de tu piel
RomanceÉl tiene un pasado oscuro que lo atormenta, una vida llena de malas decisiones y una salida que parece estar muy lejos de la realidad. Andrey es un tipo peligroso, enigmático y desinteresado por la vida, la muerte es solo una palabra sin valor en su...