CAPITULO 18

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JAMES BLUNT - YOU RE BEAUTIFUL 

Regalo de navidad adelantado,espero disfruten la lectura. 

Habían pasado cerca de dos semanas de lo acontecido en nuestra casa con la policía y esos hombres, los problemas con Georgia no se habían solucionado, y esa era la razón por la que había decidido empacar mis cosas y decidir irme de New York a Michigan. Afortunadamente mi bebé y yo estábamos bien, pero no podía seguir colocándome en riesgo.

No si quería que mi vida fuera diferente.

Mi madre se había negado a creer que mi hermana fuese capaz de cerrar tratos con pandilleros, y menos que consumiese drogas. Era tan ciega en cuanto a la realidad de las cosas, que solo provocaba que me convenciera una vez más, de que solo contaba con una hija a su lado y esa no era precisamente yo.

Andrey siguió buscando contacto conmigo en todos esos días, cada día de la semana recibía un e- mail de su parte. Y luchaba internamente por no contestarle.

No tenía una respuesta que darle y aun si la tuviera las cosas no eran las mismas.

- ¿Entonces unos años en Michigan y después te devuelves? – Lena da un sorbo de su café mientras estamos sentadas en una cafetería no muy lejos de donde trabajo.

- Así es – juego con mis dedos y dejo la taza vacía de café a un lado.

- Creo que te va interesar lo que te tengo que decir – aprieta sus labios al decirlo-. – Logre encontrar a la persona responsable del incidente aquella noche en el bar.

- ¿Que? – enarco una ceja-. – Dime ¿quién fue?

- Alaric – responde. No sé porque no me sorprende que la mayoría de mis problemas en roma se hubieran ocasionado por ese tipo-. – Él fue quien echo la droga en sus bebidas, tanto en la tuya como en la de Alejandro, y posiblemente es el que se ha llevado el dinero de la caja fuerte.

- Genial, la mano derecha de Alejandro por fin saco su verdadero rostro a relucir.

- Creo que es más que obvio que él debe saberlo, por lo del...

- Déjalo así, no quiso creerme, nada va a hacer que regrese y vuelva a si quiera confiar en su palabra, ese hombre no existe para mí.

- Tu hermana.. ha sido ella la que lo convencio de que tu bebé no es de él. Lo siento..

- Ya no importa, ¿de qué sirve? ¿Alejandro y yo crinado a un bebé? No es de esos, se ha vuelto otro hombre.

- Victoria, ¿te das cuenta de tu realidad? Claramente no estás bien, un embarazo no se lleva de esta manera, no podrás soportar con tanta presión, es malo.

- Lo hare, no sé cómo, pero lo hare, aunque mi corazón este sufriendo la soledad, no me voy a dar por vencida, no voy a aceptar su ayuda. Y no se trata de orgullo, se trata de dignidad, de saber que nunca debí si quiera pensar en que podría tener una vida normal mientras siguiera en ese sitio.

- No quieres nada a tu lado, no quieres ni a Andrey, esta renunciando a ser feliz.

- Yo nunca renuncie a ser feliz – limpio una lagrima de mi mejilla-. – La vida fue la que me hizo renunciar a serlo. Solo quedan los buenos momentos, antes de que todo se jodiera. No puedo estar más hundida.

- ¿Renunciaras a todo? – enarca una ceja.

- No hay más que pueda hacer – me encojo de hombros-. – He ahorrado y puedo costear un apartamento en Michigan, incluso los pasajes.

- Si necesitas algo solo cuenta conmigo – Lena sonríe y miro mi reloj es hora de devolverme al trabajo. El señor Miguel ha sido muy considerado estos días conmigo, supongo porque le recuerdo a su hija.

El arte de tu pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora