El arte de tu piel

CAPITULO 14

Bad reputation - Shawn Mendes

Mi cabeza palpitaba como si fuese a explotar. Conocía esa sensación era consecuencia de una terrible resaca, el dolor en mi cuerpo se hace presente, poco a poco vienen a mi los recuerdos de la noche anterior, aunque no son recuerdos lucidos en su totalidad. Aquellos brazos fuertes que me rodearon la cintura, esos ojos verdes hechizantes e enigmáticos, la sensación de su manos recorrer todo mi cuerpo, me aferro a su figura que se encuentra un lado mío, esperando encontrarlo allí, pero en cambio me topo con una figura completamente diferente a él.

No se trata de Andrey.

¡Jode..

Es Alejandro y al igual que yo estamos desnudos en esa cama, mi vista ahora se clava en la habitación que comparto, no estamos en el bar, posiblemente se trate de un hotel. La ropa esta tirada en el suelo, y todo esta echo un desastre.

Mierda, mierda, no puede ser.

Me levanto frenéticamente de la cama, pasando mis manos desesperada por la cabeza, y tapando mi delgada figura con es sabana.

- ¿Que mierdas sucedió? ¡Estúpida, mil veces estúpida! – me repito a mi misma mientras sollozo en el suelo, mi llanto lo hace despertar.

Intento por todos los medido saber lo que sucedió, y llegó a la conclusión de que he sido dfogada, alguien lo hizo a propósito y yo caí en aquella trampa.

Alejandro abre sus ojos parece confundido al igual que yo cuando se topa con mi imagen a escasos centímetros de la de él.

- Victoria – sale de allí y se coloca los boxers que estaban tirados en el suelo. Poco a poco se acerca a mí.

Lo fulmino con mi mirada.

- ¡No te me acerques! - grito colérica empujándolo a un lado.

- Yo.. juro que no sabía que eras tú – suena desconcertado.

Entonces llego a la conclusión, de que no consumí licor en una cantidad exorbitante para caer presa de la borrachera.

- ¡Tú , maldito infeliz me drogaste! Al fin lograste lo que tanto querías.

Abre sus ojos incrédulo.

- ¿Que? –pasa sus manos por sus cabellos-. ¿Crees que sería capaz de eso? ¿Por quién coño me crees?

- No lo sé, el hombre con el que pase la noche y ni si quiera tengo un puto recuerdo de lo que sucedió después de sentir tus manos en mi cintura.

- Perdóname. Anoche te tome como un animal, pero no sabía que eras tú, no recuerdo otra cosa que una figura femenina de espaldas que parecía atractiva a mi vista. Te juro que no sabía que se trataba de ti.

- ¿Cómo puedes ser tan cínico? ¡No me vuelvas a tocar! - me alejo cuando intenta acercarse de nuevo a mí con la intención de abrazarme, recojo mi ropa junto a mis bragas del suelo.

Ojala se tratase de una maldita pesadilla.

Avanzo hasta el cuarto de baño y me cabio de ropa. Trato de controlar mi respiración y tranquilizarme pero no puedo hacerlo como pudo haber pasado.

Una vez estoy lista salgo de allí y lo encuentro ya cambiado con la vista fija en el suelo.

- Juro que encontrare a la persona que tuvo que ver con esto. Revisare las cámaras de seguridad.

- Déjame en paz – avanzo hasta la salida de la habitación y cierro la puerta de un golpe. Siento sus pasos seguirme y gritar como un loco detrás mío.

- ¡No! – grito y se queda estático-. – No te atrevas a seguirme.

Entiende el mensaje claro que le he dado, entiende que no quiero que siquiera me hable. Lo único que aún conservaba en mi vida era mi dignidad, y ya ni siquiera hay rastros de ella.