Estoy frente a mi computadora, un libro y un lapicero que no dejo de golpear contra mi escritorio.
Es exactamente la media noche del jueves y aun, Samantha Stanford no tiene ni siquiera el índice de su proyecto de Historias.—Soy un fracaso, Tomy –me dejo caer contra mi libro y empiezo quejarme como una niña.
Tomy está en mi cama dentro de su caparazón, ¿Qué más podría hacer una tortuga? De vez en cuando lo dejo libre en el patio, camina y se come las plantas de Keyd, si, somos un buen equipo.
El puntero sigue parpadeando y yo sin ideas en la cabeza, ¿han tenido esos trabajos que pareciera que tu cerebro se reinicia por completo justamente cuando ibas a empezarlo? Eso es exactamente lo que a mí me ocurre, siempre.
—¿Puedo entrar? –escucho la voz de Keyden detrás, en la puerta. Me giro para poder verlo, sigue con su camisa, corbata y pantalón de vestir, con una taza de alguna bebida caliente entre sus manos.
Es un hombre atractivo, no puedo negarlo. Su cabello castaño obscuro, sus ojos color azulino intensos que parecen el mismo océano, labios finos y nariz perfilada, es guapo el idiota.
—claro –respondo volviendo mi vista a mi laptop.
—Traje Café, el que te gusta –entra y deja la taza con decoraciones de flores a mi lado.
—Gracias –apenas digo mientras apoyo mi cabeza entre mi mano izquierda.
—¿Aun sin ideas? –parece que quiere entablar una pequeña conversación, ¿Qué hora es? Creo que podría hacerlo por la hora, mi cerebro en la noche no parece ser el mismo que de día, es más osado y más hablantín, una de las cosas por las que no me gusta hablar de madrugada con las personas.
—Vacía.
—Ya encontraras a alguien que te pueda ayudar con eso –posa una de sus manos en mi hombro y debo verlo hacia arriba para recibir una comprensible sonrisa de su parte. —ya es tarde, deberías de ir a dormir. –camina hacia la puerta.
Me giro en mi silla mientras lo veo caminar a la salida de mi cuarto —¿crees que la mayor plantación de comestibles sea una buena idea? –dejo ir mi pregunta, mas no perderé nada.
—Creo que puede ser una buena idea si la desglosas como se debe –se detiene en el umbral mientras me vuelve a dar una sonrisa —mejor ve a dormir, mañana tendrás la cabeza más despejada.
—¿Mamá aun sigue molesta conmigo?
Deja ir un suspiro, estos días ella y yo no hemos cruzado más de cinco palabras por día y en ella se ve la molestia.
—Creo que deben de hablar, una madre y su hija no pueden estar enojadas para siempre.
—Eso es un sí –me giro para cerrar el laptop, creo que ha sido una de las pocas veces que he podido establecer una conversación decente con Keyden que sea más de un simple saludo.
—Eso es un “deben hablar”. Tu madre te ama muchísimo, pero si estaba algo molesta cuando no llegaste a comer.
—¿algo? –me giro y voy a buscar mi pijama al armario.
—Bueno, bastante molesta –eso nos hace sacar unas cuantas risas por lo bajo, ambos estamos muy cansados, llegó más tarde de lo normal de la oficina haciendo que mamá tuviera que ir a buscar a Simon a la guardería.
—Bueno, gracias por el café –le agradezco dejando que vea por primera vez una sonrisa mía dirigida hacia él.
—cuando quieras –también me da una tercera sonrisa antes de cerrar la puerta por detrás de su espalada.
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INEFABLE
Teen FictionDylan Sperron. De día un chico común, guapo, listo y dulce con sus cercanos. Es el chico que toda suegra quiere, el que tiene aspiraciones y miras hacia un futuro no muy lejano. Pero de noche... Se puede convertir fácilmente en tu peor pesadilla. E...