Estoy temblando, ¿Cómo ocurrió todo eso, en tan poco tiempo?
Ahora caminamos en completo silencio junto a Michel por las desoladas calles del pueblo con los focos alumbrando todo lo que pueden, me abrazo a mí misma, mientras él tiene sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón gris.
Mojo mis labios –¿Qué pasara con él? –pregunto, y no espero que me responda, solo que es tan grande la duda que tengo dentro de mí, que necesito escupirla.
–Lo llevaran al calabozo, llamaran a sus padres ya que es menor de edad... -y eso me hace detener en seco, llamaran a los padres de Dylan, mis tíos... ¡Oh, por Dios, no!
–¿Qué pasa? –me ve sin entender.
Tantas cosas pasan por mi mente, ¿Qué pasara ahora?
Por lo que comienzo a correr como una loca a casa de Aira que es donde le dije que estaría a mama, pero rezo y ruego de que estén ahí, de que Aira y Cath estén ahí, por favor...
–Sam... ¡Sam! –escucho gritar a Mick a quien deje atrás, pero pronto me alcanza y agitado me pregunta - ¿Qué pasa?
–Aira... Cath... Debo estar con ellas –es lo que logro gesticular hasta llegar a esa avenida que da a diferentes calles desoladas, la brisa marina se siente en mis desnudos brazos, pero no importa, aquí fue donde Vicentt nos atacó esa vez... donde me dejo esta marca en mi mano, nunca entendí realmente lo que significaba y Dylan nunca me dijo por qué tanto alboroto por esto.
Cuando llegamos ahí, Mick parece no faltarle el aliento y a mí tampoco, no en este momento. Me detengo, detrás mío esta mi amigo, veo la marca en mi mano y la escondo sobre la misma, lo cual me da el impulso para seguir corriendo, recordando cada detalle cuando tuve que llevar a Dylan casi muerto a casa de mi amiga, calles, calles y más calles, pero ya estamos cerca.
Llegamos, por lo que no me detengo, hay luces encendidas en casa de Aira, por lo que sin importarme mucho subo los pequeños escalones hasta llegar a la puerta principal, toco rápido la puerta, no escandalosamente, pero si lo suficienmente como para que abran rápido.
Rápidamente me abren la puerta y se lanzan a mis brazos, Aira.
Por lo que sin pensarlo dos veces hago lo mismo. Estoy agitada y ahora siento el cansancio y dolor en las piernas de haber corrido tanto.
–¿Cómo estás? –me pregunta cuando me ve perdida, y es que el recuerdo de ver a Dylan esposado por ese policía me carcome, yo sin poder hacer nada.
Niego –esto es una pesadilla... -respondo recuperando el aire.
Primero Keyden que aún no eh sabido nada, absolutamente nada de su trabajo.
Luego esto, Dylan detenido. Es decir... si es la policía del condado... El padre de Cath nos encontró esa noche en el bosque... mi novio... Dylan... La bestia... Cath...
No, ¡No, no, no!
Dios, ¿Qué está pasando? ¿Porque está pasando todo esto ahora?
Por lo que despierto de mi aletargamiento –¿Cath? ¿Dónde está? –pregunto como si mi vida dependiera de ello.
–Está adentro –apenas termino entro, la busco y al verla entre los brazos de Daniel, entiendo todo.
En cuanto me ve, sus ojos se desvanecen en agua y corre hacia a mí, nos abrazamos como nunca antes. Sabemos todo lo que significa que Dylan se haya ido detenido por la policía que su padre es jefe, lo tenemos claro.
–Lo siento mucho, Sam –se disculpa como si tuviera alguna culpa de todo esto, en absoluto, sabemos que estábamos en cosas ilegales, cosas que sabíamos podrían terminar mal, cosas que el destino quiso que pasaran y nosotros, todos, nos vimos involucrados en esto.
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INEFABLE
Teen FictionDylan Sperron. De día un chico común, guapo, listo y dulce con sus cercanos. Es el chico que toda suegra quiere, el que tiene aspiraciones y miras hacia un futuro no muy lejano. Pero de noche... Se puede convertir fácilmente en tu peor pesadilla. E...