Veintiuno

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Su garganta se encontraba completamente seca, y no era para menos. Después de todo, se sentía como si hubiese corrido todo un maratón.

Sonrió para sí mismo al ver como sobre la mesa de trabajo de Marinette la ropa de ambos ya se encontraba perfectamente doblada, a excepción de su camisa y la ropa interior que llevaba puesta en esos instantes.

Marinette habia ido a la planta baja en busca de agua para ambos, tomado su camisa sin siquiera preguntarle, pero aquel acto lejos de dejarlo confundido, simplemente lo tomo como lo que era; Un lazo de confianza, pues realmente no existía ningún obstáculo para que cosas tan simples pero significativas no sucedieran.

Añadiendo que, con aquellos encuentros, los muros que pudiesen existir en cualquier clase de amistad ya no existían, al menos no de manera convencional.

Además de que para él, esa palabra tenía poco sentido ahora si se trataba de Marinette; No la podía ver como una amiga más, y eso era algo que simplemente le aterraba.

Pero, después de la charla que habían compartido horas atrás sería un hipócrita de su parte el detenerse simplemente por aquello, cuando él mismo le había dado el empujón para ser egoístas cuando se tratara sobre ellos. Y con eso en mente, simplemente podía sonreír al verla usar su ropa.

― Me va a terminar matando ― Se dijo a sí mismo, evocando en su memoria como su prenda era lo suficientemente larga como para cubrir hasta la mitad de sus muslos, pues, ella era considerablemente más bajita que él. Y no estaba seguro si aquella imagen de Marinette con su ropa era algo por demás adorable, o simplemente algo terriblemente excitante ― Pero moriré feliz sin duda ― Aseguró con un toque de gracia, comenzando a deambular por el lugar.

Le dio un vistazo al lugar y no pudo evitar sentirse orgulloso al ver todo lo que Marinette había logrado; Tiempo, perseverancia y talento era todo lo que el lugar le podía reflejar.

Recordaba a la perfección él día que ella misma le soltó la noticia que renunciaría a Gabriel's para buscar su propio lugar en el mundo de la moda.

Él mismo no había estado de acuerdo con la idea en un principio, pues sabía bien que con su talento podría llegar muy lejos. Pero era algo que Marinette no quería, o al menos de ese modo.

Estoy agradecida con tu padre, Adrien. No cualquiera acepta de buenas a primeras a una recién egresada de la facultad a una firma tan importante como la de él. Pero quiero buscar mi lugar, así como él lo hizo en el pasado ― Al cerrar sus ojos la pudo ver en sus recuerdos, a aquella Marinette de tan solo veinticuatro años decidiendo saltar al vacío ― Es algo que deseo ―.

Y ella siempre habia sido testaruda, siguiendo sus metas sin importar lo complicado que fuera. Cosa que él no había intentado hasta varios años después que ella había dejado la firma de modas de su padre.

Contagiado de su entusiasmo, fue cuando él mismo se atrevió a buscar la profesión que realmente lo llenara.

Se acercó con sutileza a un pequeño escritorio que se encontraba en la esquina de la habitación, pues varias hojas completamente esparcidas sobre este habían logrado llamar su atención.

Tomó las primeras hojas entre sus manos y rodó los ojos al ver de lo que se trataba, varios conjuntos diseñados con un estilo bastante especifico y que, en la parte superior, podía resaltar el nombre de su amiga y constante dolor de cabeza.

― Para ser diseños que descartó de buenas a primeras, pienso que dan el ancho para alguien como Chloé ― Admitió, alineando las hojas con cuidado de no arruinarlas para después colocarlas de forma ordenada sobre el escritorio.

Plan E [Miraculous Ladybug AU][Finalizado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora