Hola, Min YoonGi

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Su cabeza dolía, y el ruidoso canto de los pájaros no ayudaba mucho. Dispuesto a abrir los ojos y levantarse para prepararse un café, un rayo de luz, —que se coló entre las cortinas— golpeó sus ojos haciendo que se cubriera por completo con las sabanas que cubrían su cuerpo.

—Mierda. —gruñó el rubio.

Tenía que levantarse a las 8am para llegar a su reunión de las 9am, y ni siquiera había visto la hora.

Estaba decidiendo entre no ir y seguir durmiendo (ojalá), o llamar para mentir diciendo que estaba enfermo. La primera opción le traería problemas, y la segunda... Simplemente no lo volverían a creer.

-No debí haber hecho caso al estúpido de Taehyung. -rosopló de cansancio mientras apartaba las sabanas.

La noche anterior había sido la noche del siglo, y sin exagerar.

Mujeres y alcohol.

¿Normal? Supuestamente, Taehyung le dijo que solo serían un par de copas, sí claro, "un par de copas". El bar estaba lleno y justamente allí encontraron a Namjoon, un viejo amigo de Yoongi. Namjoon pertenecía a una de las 4 empresas amigas en las que trabajaba el rubio, y hasta ahora nunca nadie supo como Yoongi había sido capaz de ser uno de los 3 miembros de la junta directiva de la empresa BigHit.

El alto moreno se encontraba sentado en un amplio sillón, rodeada de varias mujeres hermosas con cuerpos de escandalo, y al visualizar a los hombres que estaban en la barra, mandó a su amigo Jackson a invitarlos a estar con ellos. Obviamente Yoongi fue arrastrado por su queridísimo amigo del alma, con la excusa de que solo serían un par de copas y luego se irían, pero a partir de la media hora su copa no bajaba porque cada vez que Yoongi le daba un sorbo, lo que hacía Taehyung era volverla a llenar sin que este se diera cuenta.

Comenzaron a hacer una ronda de chupitos con todos, luego otra ronda más, y así succesivamente. Pero eso no fue todo. Tal fue su borrachera que se fueron a bailar con esas mujeres al centro de la pista.

Lo único que recordaba el rubio después del baile fue ver a una morena menear su trasero, luego de eso, todo se volvió borroso, ni siquiera recordaba como llegó a casa.

—Puto Taehyung.

Se dio prisa al darse cuenta que ya eran las 8:15am. Rápidamente se quitó toda la ropa que tenía puesta, quedándose completamente desnudo. Luego se volvió loco al buscar una toalla. ¿Por qué todo va en tu contra cuando tienes prisa? Y cuando creía que su mala suerte había acabado, el timbre sonó.

—Joder, ¿es que la gente no duerme a esta hora? —murmuró enfadado mientras caminaba hacia la puerta con solo una toalla tapando lo necesario. —¡Qué! -abrió la puerta con la poca fuerza que le quedaba, y al abrirla por completo, delante suyo se mostró una hermosa mujer sujetando las manos de un niño.

—Y-yoon... ¿Min YoonGi? —parecía asustada, tenía unas ojeras bastante marcadas, pero eso no quitaba el hecho de que eres preciosa.

—No, el vive abajo, adiós. —contestó de mala gana el rubio. Ese no era su día, no hacia falta decir nada más con solo mirarle la cara y el nido de pájaros que tenía como cabello, y encima, el frío que envolvió su casi desnudo cuerpo al abrir la maldita puerta.

—¡E-espera! —apoyó su brazo para detener la puerta. —Yoongi, esta es una casa, no un piso, por favor escuchame.

—Oye, si eres una de las perras de ayer y piensas decirme que ese niño de ahí es mío, que sepas que los críos no crecen de un día para otro así que largo. —cerró la puerta.

Estaba furioso, pero no con ella, sino consigo mismo. ¿Como pudo hacerle caso a Taehyung? ¿Desde cuando hacía caso a esa ardilla con cafeína?

Fue corriendo a su habitación, buscó su móvil para volver a ver la hora y...

—¡Me cago en la puta mierda! —gritó desesperado. Solo faltaban 30 minutos para que se cumpliera la hora, y todavía tenía que ducharse, desayunar, y finalmente ir en coche a la empresa, pero la distancia entre su casa y su trabajo constaba de 15 minutos.

—Mierda, mierda y más mierda. —dijo entrando a la ducha.

Tenía planeado apurarse lo más rápido posible, llegar tarde y pedir disculpas, inventándose cualquier estupidez, como que casi atropella a un gato o algo parecido para que lo dejaran tranquilo. También tenía la opción de llamar a su suplente, pero lo odiaba y no dejaría que privada el placer de sentarse en el a silla de alto glamour.

Abrió de golpe el grifo, haciendo que miles de gotas se estrellaran en su cabello, deslizándose sobre su cuello, entibiándose por su calor corporal, mientras que otras gotas chocaban contra todo su torso desnudo, haciendo que se estremeciera por la sensación helada que recorría su cuerpo.

No tenía tiempo para esperar a que el agua calienta saliera, y así fue como su día iba empeorando cada vez más.

—Solo falta que en verdad atropelle a un gato. —bufó de frustración, hoy no era su día.

Salió de la ducha, no sin antes mencionar que casi se resbala. Cogió uno de sus muchos trajes que tenía en su armario y se lo puso, abotonando y desabotonando por su torpeza. Cuanto más deprisa quería hacer las cosas...

Luego volvió a entrar al baño a cepillarse los dientes, ya no pensaba desayunar, el día se estaba haciendo cada vez más horrible, la comida era sagrada para él. Finalmente usó el secador para dar por concluida su terrible mañana.

—8:53 am, aún puedo llegar... Creo. —corrió escaleras abajo sujetándose de la barandilla de madera, ya comenzaba a desconfiar de todo tipo de objeto que se le cruzara en su camino.

Buscó las llaves de su nuevo Hyundai. Desde hace meses quería comprárselo, y tuvo que pasar un accidente por parte de Taehyung para podérselo comprar. Efectivamente, Taehyung estrelló su antiguo coche contra otro coche intentando aparcar, pero gracias a eso, tuvo una gran escusa para comprárse uno nuevo. Era de una azul marino, bastante oscuro como a él le gustaba, y se lo hubiera comprando negro, pero ya no quedaban y tenía que esperar 6 días más, y la paciencia la tenía en su cabello sano.

Antes de abrir la puerta se colocó un abrigo largo y negro. Su cabello aún seguía un poco húmedo y tenía que cuidarse aunque sea un poco, detestaba los resfriados, pero abrir la puerta semidesnudo...

Dispuesto a abrir la puerta, se le vino la imagen de aquella mujer. ¿Y si seguía fuera?

¿Con este frío? No creo. —Yoongi.

Sacudió su cabeza deshaciendose de cualquier pensiento inútil y abrió la puerta.

—¿Acaso no tienes casa? —dijo cerrando la puerta y dejándolos atrás, tenía demasiado prisa como para perder el tiempo con ellos.

—Te lo suplico, solo será un momento, es muy importante. —dijo aquella mujer caminando detrás de él.

—Escuchame bien. Mi vecino, ese que nos está mirando, o bueno, el que te está mirando el culo, tiene una muy buena fortuna, y encima está divorciado. ¿Por qué no vas a pedirle limosna a él y me dejas en paz a mí? —entró en el coche.

—Y-yo... Tal vez no me reconoces. Corte mi cabello demasiado corto. Antes lo tenía largo y con mechas, cuando éramos adolescentes. Yoongi, soy Suran, por favor, soy yo, ¿no te acuerdas de mi? —suplicó internamente porque la recordara.

Cuando aquella mujer terminó de hablar, a Yoongi se le abrieron los ojos como platos. El cajón lleno de recuerdos que tuvo con ella se abrió.

—No me jodas. —fue lo único que pudo articular el rubio. —Por favor, dime que es mentira.







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No sabéis la emoción que tengo al volver a reescribir mi fic, -gritos de emoción- bdiehwkfvkduebdbxuwknsjd :')

Muchísimas gracias por todooo, lxs amoooo, besiiitos!

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      🥀

Keix_xni



MY DADY*  ≈ 【✦YoonMin✦】[MEJORADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora