MY DADY* ≈ 【✦YoonMin✦】[MEJORADA]

Ideas

—Sí, ya sé que tenía que avisar antes de las ocho, pero te estoy diciendo que no es mi culpa. —se excusó al de la línea contraria de su repentina ausencia, ya se estaba hartando de escuchar la fastidiosa voz de su compañero. — Me lo has repetido mil veces, ¡no estoy sordo!

Luego de tener esa larga conversación con su exnovia se fue a su habitación a tumbarse en su cama, agotado en tan solo una mañana. Aún no se lo podía creer, no se podía creer que le dijera que lo cuidaría, y es que a pesar de parecer un hombre serio, malo y amargado, como todo el mundo lo nombraba, seguía siendo una persona con sentimientos.

Justamente se encontraba hablando por teléfono con uno de sus compañeros de trabajo, quien le estaba regañando, o al menos lo intentaba, porque avisó a ultimo momento y no era la primera vez que incumplía el protocolo. Yoongi tenía su fama.

Al terminar la llamada miró al techo y en su imaginació se dibujó el bello rostro aniñado de su hijo. Seguía sin poderselo creer, le resultaba tan raro todo en esos momentos, pero de la nada apareció una calida sonrisa en su rostro, fue inevitable.

—Ya no puedo negarme, ya dije que sí. ¿En qué problema me acabo de meter? —hablaba consigo, pero esa sonrisa se mantenía en sus labios. —Ahora que lo pienso bien, no solo es mantener al niño en casa, sino que también le tendré que matricular a un colegio. También necesitará una habitación libre, aunque hay muchas aquí, y también tendré que contratar a una niñera... ¿Ropa? ¿Juguetes? Mierda...

Yoongi empezó a hacerse mil preguntas seguidas sin hallar una respuesta para ninguna y sin darse cuenta, ya se encontraba sentado en su escritorio con un bolígrafo en mano, escribiendo en una pequeña libreta una lista de cosas.

—No creo que le guste los juguetes para su edad, ¿qué le gustará? —inspiró hondo. Él a sus años nunca estaba en casa, entonces nunca había tenido juguetes, ¿pero como era Jimin? —Creo que estoy pensando demasiado, ya cuando llegue esta noche hablaré con él.

Sí, esa noche vendría su hijo, lamentable­mente era urgente que se lo quedara desde ya mismo porque internarían a su madre, por lo que no tenía nada planeado.

¿Acaso estoy feliz de que se venga a vivir conmigo? Ni siquiera lo conocía desde a penas unas horas... -Yoongi.

Ya no tenía idea de que anotar, así que decidió ejecutar algunas ideas que tenía en mente, como la niñera. Buscó en internet alguna persona cualificada que viviera en la ciudad y encontró una buena lista de varias chicas y mujeres de diferentes edades, pero a él le interesaba el currículum, por muy mayor que fuera una mujer, aveces no daban la talla.

Llevó su mano hacia sus lentes para acomodarlos y rascó su cabeza mientras leía, era difícil, pero la encontró, su nombre era Wendy.

Yoongi: —¿Es usted la señorita Wendy?

Wendy: —Sí, soy yo, encantada, ¿con quien hablo?

Yoongi: —Bueno días, me llamo Min Yoongi. Mire, necesito de sus servicios para cuidar a... mi hijo.

Wendy: —Bien, mi horario es a partir de las 3 de la tarde.

Yoongi: —No, no. Mire, si hace falta, yo le pago el doble. Solo necesito que lo lleve al colegio, luego lo traiga y que lo acompañe a sus futuras actividades extraescolares, pero sobretodo, que nunca lo pierda de vista.

Wendy: —¿Puedo preguntar cuántos años tiene?

Yoongi: —¿Él? Su madre... Digo, tiene 15 años.

Wendy: —Los siento, yo solo atiendo a menores de 10 años...

Yoongi: —Ya bueno, el parece de 10 años, ¿le vale?

Y así siguió el rumbo de su conversación. Al principio la pobre chica pensaba que era una broma, pero Yoongi insistió tanto que acabó por recomendarle a otra chica que sí tenía el tiempo suficiente, Jisoo. (Esta vez no me equivoqué en el nombre prras >:)

Dio por finalizada la conversación y colgó, ahora solo faltaba la habitación. La realidad era que desde hacía bastante tiempo que no hacía limpieza general en su casa, pero tenía todo el tiempo del mundo en esos momentos, al menos hasta la noche, así que pensó en comenzar, pero la pereza lo abrazaba al pensar que lo tenía que limpiar todo. Todo. Ambolutamente todo. Pereza... Demasiada pereza. Ahg, de solo pensarlo se cansaba.

—Mira lo que me haces hacer niño. —dijo para sí mismo y resopló. —Manos a la obra.

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Keix_xni