Tocaron la puerta de Isi. Su padre les abrió. Las invitó a pasar y les indicó que Isi estaba en su pieza.
-No ha dejado de llorar.- les dijo el padre apenado.
-Nosotras la ayudaremos.- subieron las escaleras y llegaron al cuarto de Isi.
La puerta estaba cerrada con llave.
-Isi, somos nosotras, déjanos entrar.- dijo Micha con tristeza.
Se escucharon pasos que venían desde dentro y luego el cerrojo abrirse.
-¿Cómo pudo hacerme eso?- Isi tenía los ojos más rojos que sus amigas jamás hubiesen visto. Su nariz estaba dañada de tanto sonarse y seguían cayendo lágrimas por su rostro.-¿Será que me di cuenta muy tarde? No sé. Pero. ¿Por qué ella? Él sabe cuánto la odio. ¡¿Por qué ella?!-
-Isi, cálmate.- le dijo Mafe.- Respira profundo.-
-Es sólo un chico, Isi, como él te llueven mil al día. Y lo sabes.- trató de subirle el ánimo Laura.
-Mi niña, nos hemos recuperado de tantos corazones rotos y nos vamos a recuperar de este también. Juntas.- Micha era la más tierna y delicada. Logró sacarle una sonrisa a Isi.
-Es verdad, querida. Y lo que Laura dice es verdad también. No te demorarás nada en encontrar a un chico mucho mejor que Sehun.- dijo Mafe alegre, porque sabía que era cierto. Isi era una chica muy bonita según el gusto de muchos.
-Amigas, ¿qué haría yo sin ustedes?- Isi estaba agradecida infinitamente por tenerlas.- Pero, Laura, ¿Cómo que me llueven mil al día?- soltó una risa. -Hasta el asiático de intercambio me rechazó.- Ninguna sabía si reír o no, hasta que Isi explotó en risas. Todas la siguieron.
-Ya, chicas, gracias por todo, pero tanto llanto me dio sueño, quiero descansar un poco.- Isi hablaba muy sincera. Llorar tanto cansa.
-Les propongo algo, mis niñas. Mañana es domingo, vayamos al estadio a practicar nuestras coreografías, hace mucho no lo hacemos.- la propuesta de Micha sonaba interesante. Pero Isi tuvo que rechazarla.
-Realmente quiero descansar mañana. Necesito, aunque sea un día, ser una viuda en luto. ¿Puede ser el sábado de la próxima semana?- Todas asintieron.
Las amigas se fueron e Isi pudo descansar.
Al día siguiente despertó a la una de la tarde. Con un dolor inmenso de cabeza por tanto llorar. Pero estaba tranquila.
Un mensaje sonó en su teléfono y quiso tirarlo lejos por el estruendoso ruido que hizo.
"Les dije que quería estar de luto hoy, pensé que había quedado claro que no me molestaran." Pasó por su mente, pero sus ojos casi se salen de sus órbitas cuando vio de quién era el mensaje.
Sehun: "¿Fuiste a la fiesta anoche? No te vi."
"Pero yo sí a ti, Oh Sehun. Traidor asqueroso." Pensó, pero no escribió nada. Reflexionó sobre qué insulto sería más apropiado lanzarle para que le doliese. Finalmente decidió no insultarlo.
Isi: "No, no fui jaja"
El día transcurrió lento, muy lento. Isi no se levantó de su cama en todo el día.
Cuando estaba por dormirse le llegó otro mensaje.
Sehun: "Gente te vio en la fiesta. ¿Por qué mientes? ¿Qué ocurre?"
¿Que acaso no lo sospechaba? O quizás no había sido él y todo había sido un mal entendido. No. No era un malentendido. Reconocería esas facciones perfectas hasta de espalda.
Pensando en esto, se quedó dormida.
