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Me levanté con un humor de perros, sintiendo cómo la irritación se aferraba a mí como una sombra. Aún no podía creer que había aceptado la propuesta de Yoongi. Suspiré, agotado y frustrado. A veces me pregunto si soy un completo idiota. El miedo de tener a un alfa tan cerca nunca había sido tan palpable, ni siquiera cuando intentaba mantener mi fachada de fuerza frente a él. Sabía que hoy Yoongi vendría a mi casa, y la sola idea de tener que convivir con él me producía un nudo en el estómago. Prefiero estar en mi territorio, en mi hogar, donde al menos tengo la falsa seguridad de poder controlar la situación.

Al llegar al instituto, busqué con la mirada a Taehyung. Sabía que necesitaba hablar con él, tal vez para desahogarme un poco. Cuando finalmente lo encontré, no pude evitar rodar los ojos. Ahí estaba, como siempre, babeando por Jungkook. Un espectáculo tan típico de mi querido Taehyung...

—Taehyung, quita esa cara de idiota, por favor. Me da pena solo mirarte —le dije en tono de broma, aunque con un trasfondo de verdad.

Taehyung es raro, y eso es precisamente lo que hace especial nuestra amistad. Él giró hacia mí, con una mirada molesta.

—Ya vas a empezar. Así la tengo, además soy hermoso y no doy pena —respondió, cruzando los brazos en un gesto de falso orgullo.

No pude evitar reír. Sabía que a Taehyung le molestaba cuando lo molestaba con el tema de Jungkook, pero ¿qué podía hacer? Él lo provocaba con cada suspiro y mirada furtiva. A pesar de todo, en el fondo deseaba que Jungkook notara a Taehyung. Es mi amigo más preciado, y si él es feliz, yo también lo seré.

—Al menos disimula. Te pareces a la niña del exorcista. ¿De verdad crees que lo estás mirando *disimuladamente*? —le dije, acentuando la última palabra mientras me reía.

Taehyung, con las mejillas rojas, intentó esconderse detrás de mí, como un leoncito asustado tratando de escapar de su depredador. Al darse cuenta de que Jungkook ni siquiera lo había notado, me sacó la lengua, molesto, y cruzó los brazos, haciendo un pequeño puchero. Yo simplemente lo imité, divertido.

—¿Dónde está Seokjin? —pregunté, queriendo cambiar de tema.

—En la dirección. El director lo mandó a llamar —contestó Taehyung, encogiéndose de hombros, como si no fuera gran cosa.

No pude evitar arquear una ceja, sorprendido.

—No tiene ni una semana aquí y ya está en la dirección. Seokjin no es el típico chico problemático, ¿qué hizo? —pregunté, mi curiosidad aumentando.

—¿Conoces a Zoy? —preguntó Taehyung, ahora mirándome, justo cuando Jungkook se había ido.

—Sí, claro, la presumida prima de tu amor platónico —contesté sin importancia. Zoy no me caía mal, pero tampoco me agradaba especialmente; solo era una persona más en el mundo.

—Pues, quisieron hacer de las suyas con Jin, ya sabes, dejarlo en vergüenza frente a todo el instituto. Tú sabes cómo es Seokjin.

Era bastante obvio que Jin no se iba a dejar, así que no me sorprendió que las cosas no salieran como esperaban. Él derramó todo su almuerzo sobre el uniforme de Zoy cuando ella le metió el pie para que cayera. Seokjin se rió en su cara antes de caminar, ignorando los insultos de Zoy. Taehyung y yo estallamos en carcajadas, sabiendo que Zoy había escuchado todo.

—Es la primera vez que alguien humilla a Zoy... al menos que se atreva —reí satisfecho.

Zoy se creía superior a los demás solo por tener dinero y solía humillar a los nuevos estudiantes, dejándolos en ridículo frente a todo el instituto. A menudo se quejaba de no recibir respeto, pero no lo ejercía.

Recuerdo un incidente en el que me tocó a mí. Ella me lanzó a la fuente del patio y me cubrió de harina. Por suerte, ese día Yoongi se había peleado con un estudiante de otra escuela, Alex, y todos fueron a ver la pelea, por lo que nadie recordó mi incidente.

—¿Qué podríamos esperar de Jin hyung? Su personalidad lo dice todo. Su mirada grita: "No me retes, perra, si no quieres acabar muerta". Si fuera Zoy, tendría miedo de meterse con él —dijo Taehyung, y estallamos en risas. Su hyung podría ser lindo y adorable, pero era todo un diablo viviente cuando se metían con él.

Seokjin apareció por el pasillo, caminando con tranquilidad como si nada hubiera pasado. Al parecer, había regresado de la dirección. Taehyung y yo estábamos sorprendidos por la felicidad y tranquilidad que reflejaba.

—¿Cómo te fue? —preguntamos al mismo tiempo, curiosos.

—Bien, solo me dijeron que no lo volviera a hacer —dijo  con indiferencia, encogiéndose de hombros. —Pero si esa perra lo intenta de nuevo, no será solo su vestido.

Taehyung y yo estallamos en carcajadas nuevamente, mirando a Zoy que se encontraba alejada. Todos sabíamos que ella estaba escuchando.

—Los maestros de las primeras clases no vinieron, así que vayamos a la cafetería, yo invito —dijo Seokjin con una sonrisa amigable.

—hyung , ¿ya te dije que te amo? —le dije con una sonrisa.

—Sigo preguntándome, ¿de dónde sacas tanto dinero? —dijo Taehyung, pensativo. Es verdad que Seokjin siempre llevaba dinero.

—Mi padre es dueño de una empresa de teléfonos, pero eso no importa —dijo Seokjin, encogiéndose de hombros.

—Eres uno de los primeros riquillos que no se cree la gran cosa —dijo Tae riendo. Yo le di un codazo no muy fuerte en el estómago. A veces, Taehyung no controlaba su lengua.

—Sí, bueno, no me agrada ser un adinerado. Soy una persona normal como todos aquí. ¿Por qué creerme más que a los demás? Solo es papel y ya. Eso no debe definir la personalidad o la esencia de una persona, Taehyung —

Taehyung asintió, disculpándose por su comentario.

Llegamos a la cafetería y compramos el desayuno. Por suerte, no había muchos estudiantes, algunos estaban en clase y otros no, debido a la falta de maestros.

Sabía que mi día no podía ser tan perfecto. Suspiré, irritado y cansado de la vida. ¿Alguna vez podré desayunar en paz? ¡Déjenme vivir en paz!

De repente, los alfas engreídos se acercaron a nuestra mesa con sus desayunos en las manos. Si se sentaban aquí, juro que me iría corriendo.

Me sentía tan molesto. Mi lobo estaba moviendo la cola, feliz y con las orejas erguidas, esperando la llegada de ese alfa bobo. Ni siquiera para hablar conmigo es tan activo.

—Lobo tonto —murmuré, resignado.

Te odio Min Yoongi (yoonmin omegaverse) ReescribiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora