Te quiero.

30 3 0
                                    

Tengo el móvil en la mano desde que me desperté esta mañana.

Sólo lo he soltado para darme una ducha fría.

Hoy tampoco he ido al instituto, no podía enfrentarme a la rutina sin antes hablar con él.

Pero aún no lo he llamado.

Supongo que soy idiota.

Mi madre me llama para comer, aunque no tengo mucha hambre.

Termino lo más rápido que puedo y vuelvo a mi habitación.

Voy a llamarle.

-¿Belén?

-¡Que no soy Belén!

-¿María?

-Sí.

-Hola, ¿cómo estás?

-¿No habías guardado mi número?

-No, osea si, no exactamente.

-Vale.

-Y...¿quieres algo?

-Si. No. Ya no.

-¿Te has enfadado por lo del número?

-Un poco.

-¿Dónde estás?

-En mi casa, pero, ¿qué tiene que ver eso?

  ¿Hola?¿Ángel?

Me ha colgado.

Seguramente se habrá enfadado porque me he enfadado por lo del número.

Sí, soy idiota.

¿Y ahora qué?¿Para eso lo he llamado?

Me quedo pensando en lo que acaba de pasar.

No tiene sentido.

Nada de esto tiene sentido.

Alguien como él con alguien como yo.

Alguien como yo con alguien como él.

Necesito otra ducha fría.

Pero esta vez no ayuda a sacármelo de la cabeza.

Es único.

Su pelo oscuro y despeinado.

Sus ojos azules que parecen atravesarte con cada mirada.

Su piel morena.

Sus labios finos, que se hacen mas grandes cuando sonríe.

Pienso en nuestro último beso.

Es demasiado para mi.

Salgo del baño con una toalla liada a la altura del pecho.

Mi hermano sube corriendo las escaleras.

Se me había olvidado que no estaba sola en casa.

-Han llamado al timbre.

-¿Y por qué no has abierto?

-Porque no se quien es.

-Pues yo no pienso abrir así.

-¿Y si es algo importante?

-Ya voy, pero la próxima vez pregunta quién es o algo.

'Otro día más'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora