Desperté asustada, sentía el sudor correr por toda mi frente. No me acordaba mucho de lo que había pasado, solo veía pequeñas partes en donde Corinne me llevaba de la mano y que después solo veía oscuridad.
Al darme cuenta de que me encontraba en otro lugar salí de inmediato de la dura cama. Mis pies tocaron delicadamente el suelo y escalofríos vinieron a mí junto con un torbellino de emociones. La habitación estaba completamente oscura, no veía nada y eso hacía que me pusiera más nerviosa de lo normal. Estando alerta, esperé a escuchar un sonido que me ayudara a identificar en dónde estaba pero el silencio reinaba en aquel lugar, solo mis latidos y mi respiración dificultosa se podían oír en la habitación.
Al caminar lentamente y con precaución sentí que choqué con algo o mejor dicho con alguien. Me quedé quieta unos segundos, procesaba en mi cabeza las mil formas en que podrían matarme o lastimarme, pero en el momento, la extraña figura delante mío me abrazó. Sus manos ásperas tocaron mis brazos con dulzura para después pasarlos por mi cintura en un fuerte y cariñoso abrazo. Me volví a sorprender por la actitud de ese ser extraño que no podía ver su rostro. Pero aún así se lo devolví, su cuerpo no era fornido, más bien parecía que no comía muy bien. Momentos después descubrí que no traía camiseta pues sentí el frío contacto de su piel con la mía. No podía explicar las sensaciones que llegaban a mí y eso me ponía cada vez más confundida. Podía sentir la respiración del extraño en mi cuello, era caliente y tranquila. Su cabello me rozaba la mejilla y me hacía cosquillas cada vez que inhalaba y exhalaba. De en ese instante me soltó suavemente y sin esperar nada desapareció. Dejé de sentir su tacto. No explicó nada, no pude distinguir quién había sido.
Mi mente se detuvo, no tenía ni idea de quién era aquella persona pero lo más sorprendente era que no tenía miedo, no me sentí mal o con nerviosismo al saber que un desconocido me abrazaba como si en verdad me conociera. Me d cuenta mucho después que no me encontraba sola, el chico jamás se había ido debido a que sentía su presencia cerca mío. El me estaba vigilando. Me estaba observando de cerca y eso me había alterado más de lo normal.
¿Cómo pude saber que él aún estaba en la habitación?
—sientes mi presencia, sabes que estoy a un lado de ti pero no dices nada. No temes por lo que te pueda hacer y eso me deja con curiosidad. —la voz del hombre hizo eco en la habitación.
Su voz grave me impactó por completo. Parpadeé varias veces, tratando de ver en la oscuridad pero la verdad era que no me quería mover, no quería buscar el interruptor y ver lo que en realidad estaba a un lado mío.
—¿piensas hacerme algo? —susurré débil.
Sentí un cierto escalofrío al preguntar aquello, fue algo muy tonto haber dicho eso pero no me quedaba de otra. Tenía curiosidad.
—buena pregunta. Pero no, jamás lo haría. El abrazo solo fue una pequeña bienvenida así que no pienses mucho sobre ello ya que me veré con la intención de borrar ese recuerdo. —oí sus pasos, se acercaba más.
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Alas sombrías
FantasíaCuando crees que tu vida no puede ser peor, llega algo que la destruye por completo. Los muros que construiste cuando te lastimaron, se rompieron cuando ese "ángel" llegó a ti. Creías que tu vida mejoraría después de haber estado en un orfanato per...