UP-grade ❀ Double B [iKON]

Capítulo 17

La desventaja de tener veintidós es no saber cuando has bebido lo suficiente.

La ventaja de tener veintidós es la rapidez con la que te recuperas de beber demasiado.

Mientras que yo hubiera estado con resaca durante todo el día, HanBin se despertó bien. Se quejó un poco, no habló mucho, tomó su café y luego se tomó el mío. Juró que nunca volvería a tomar otra vez, me dijo que era mi culpa por dejarlo salir, se duchó, se vistió con uno de mis trajes viejos y se fue a trabajar.

Se fue antes que yo, y mientras caminaba a través de mi vestíbulo quince minutos más tarde, SukJin me guiñó un ojo.

—Él lo mantiene ocupado.

No había ningún sentido en negarlo.

—Lo hace— entonces me detuve —¿Te dijo algo anoche?

SukJin se echó a reír.

—Solo que no podía entender por qué no me agrada. Yo no iba a despertarlo, señor, pero él no quería callarse— dijo —Pero esta mañana estuvo un poco menos hablador.

—Que tengas un buen día, SukJin— no pude evitar reírme.

—Igualmente, señor Kim.

Sonreí todo el camino al trabajo, y MinAh al ser su yo profesional habitual, me sonrió.

—Buenos días, señor Kim. El café está en su escritorio.

Era un viernes completamente normal. Ocupado y productivo, pero normal. Vi a HanBin tomar más café de lo normal, pero nunca perdió el ritmo. Entonces, justo antes del almuerzo, MinAh llamó a mi puerta.

—¿Puedo tener un momento?

Parpadeé sorprendido, pero cerré mi laptop, dándole todo mi atención a MinAh.

—¿Qué es?

Se sentó en uno de los sillones frente a mi escritorio, algo que nunca había hecho antes.

—Su reunión con el señor Akiyama...— dijo en voz baja —La que estaba programada para el próximo mes en Tokio, se ha adelantado.

—Está bien— le dije, sin entender completamente por qué estaba siendo tan cauta.

—Él tiene dos días libres en esta semana en Sydney, Australia. Me tomé la libertad de confirmar una cita— dijo —Sé que es con poco tiempo, pero le dará menos tiempo para pensar en una razón para no ir.

—¿Por qué no iba a querer ir?

MinAh vaciló.

—Reservé dos pasajes.

—¿Dos pasajes?

Tragó saliva y susurró.

—Pensé que el señor Lee podría acompañarle.

La miré fijamente.

Tuve que decirme a mí mismo que cerrara mi boca, mientras mi cerebro reaccionaba. No había ninguna manera de que MinAh dijera algo como eso, así que traté de actuar con cuidado, por si no sabía absolutamente nada.

Aunque sin ninguna duda en mi mente, una parte de mí me decía que ella lo sabía.

—¿Cómo lo sabes?— le pregunté en voz baja —¿Alguien dijo algo? ¿Alguien de la oficina dijo algo?— entonces un temor frío se deslizó por mi columna vertebral —¿Acaso HanBin dijo algo?

—¡Oh cielos, no!— dijo apresuradamente —Él no ha dicho ni una sola palabra. Por él, nunca habría sospechado nada. Pero por otro lado...

—¿Yo?